Mas Fuerte Que Nunca

Capítulo 22

Semanas después

Estaba en la habitación de esta clínica hoy por fin me darían de alta, ver a Nicolás es algo que me mantiene viva, con fuerzas de seguir adelante después de todos estos días grises él es mi rayito de luz.

Le darían de alta a él también, el doctor dice que sus pulmones ya están mucho mejor, su recuperación fue demasiado rápido, pero por dos semanas mas debían tenerlo dentro de la incubadora, la pediatra dice que es una buena opción aunque también esta la de mama canguro que es llevar a tu hijo amarrado a tu cuerpo para que el calor corporal pueda terminar su recuperación. Para mi esa fue una gran idea, ya llevamos mucho tiempo en este hospital y la verdad ya estoy cansada de dormir incomoda y que a mi bebe lo tengan dentro de esa pequeña caja todo el tiempo.

Víctor cada vez que puede intenta hablar conmigo, cosa que le impido ya tome la decisión de cerrar mi corazón, estar tranquila, claro me duele y mucho, algunas veces he llorado por las noches hasta quedarme dormida pero también se que tengo a Nicolás, y si yo estoy mal le transmito eso a él, él necesita recuperase y eso es lo unico que importa ahora.

- Bueno firme aquí y puede irse- el doctor me dio la orden de alta de Nicolás, Víctor y yo la firmamos.

- Dentro de quince días tiene cita con la pediatra para ver su recuperación-

- Esta bien - firmamos y fui de vuelta a la habitacion donde tenían a todos los bebes mi mama estaba ahi para ayudarme en lo que fuera necesario.

- Sarah te tengo una mala noticia-

- Que paso mama? -

- Aun no te puedes ir para nuestra casa, Andrew ocupo tu cuarto y estamos haciendo algunos arreglos-

- Puedes quedarte en nuestra casa Sarah, esa es tu casa también- Víctor aparece detrás de nosotras.

- No gracias buscare un hotel -

- Sarah no seas terca, Nicolás necesita estar en una casa, no en un hotel-

- Tiene razon hija- mi madre parecía conspirar en mí contra.

- Esta bien - asentí de mala gana y note los ojos de Víctor brillar con cierta esperanza, habia decidido mudarme a mi antigua casa donde viví con mis padres, se que es Víctor quien debe irse, pero la loca maniática de Claudia sabe cual es la ubicación de esa casa y puede aparecer en cualquier momento a intentar hacernos daño.

La enfermera me enseño como hacer el nudo en la suave tela para ser mama canguro y tener a Nicolás pegado a mi cuerpo desnudo todo el día.

Llegamos a mi casa, buena a la casa de Víctor, en cuanto mi madre pudiera arreglar mi ex cuarto volvería de inmediato no pensaba quedarme aquí viviendo con alguien que ahora mismo desconozco.

- Bueno creo que me voy - mi madre se despide de mi y le da un pequeño beso a Nicolás.

- Gracias por todo madre-

- De nada hija me llamas si necesitas algo-

- Claro eso hare- bese su mejilla ella se marcho de la casa, dejándome sola con Víctor.

Camine hasta la gran sala y me senté en uno de los grandes sofas, me di cuenta que eran otros, eran de color negro perfectos para mis gustos.

Vi a Víctor aparecer y sentarse a mi lado.

- Ahora que estamos solos puedo explicarte todo? - su mirada estaba perdida hacia algún lugar de la casa, no lo había notado pero su barba estaba mas crecida cosa que lo hacia ver mas bello, sus marcas negras debajo de sus ojos se notaban mas, y sus ojos habían perdido el brillo que tanto me gustaba.

- Creo que nada de lo que me digas hará que cambie de opinión, así que no pierdas tu tiempo- acaricie la cabezita de Nicolás y la bese.

- Sarah, escuchame -

- Dime - respondí de mala gana al parecer este hombre no pensaba rendirse, durante todo este tiempo de convivencia con él he notado que no acepta un NO por respuesta.

- Claudia empezó amenzarme con hacete daño si no cumplía con sus caprichos, entre ellos salir con ella, llevarla a comer a cine, de compras, en fin muchas cosas - suspira se ve tan cansado, tan mal, me provoca olvidar todo, y decirle que lo amo - el día que paso todo esto, que encontraste la casa vuelta nada, le dije que me cansaba de todo, que hiciera lo que quisiera que ya no me importaba nada, ese día estaba dispuesto a venir por ti e irnos lejos pero cuando llegue aquí todo era diferente.

- Entiende pusiste en riesgo mi vida, y la de Nicolás -

- Eso no fue mi culpa -

- Ya basta Víctor, no nos hagamos mas daño -

- Te amo Sarah y se que tu también me amas a mi -

- Ya todo se acabo, entiende-

- Todo no Sarah, tenemos una familia por la cual luchar, Nicolás nos necesita juntos- se acerco a mi y dio un cálido beso en mis labios, era un beso con deseo, un beso que decía que me amaba, algo tan indescriptible y duradero.

El timbre de la puerta suena arruinando nuestro gran momento.

- Yo abro- Víctor se levanto del gran sofá y camino hasta la puerta principal.

Escuche que hablaba tranquilamente con alguien, no reconocía su voz supongo que era algún conocido de él.

Poco tiempo después escuche que se marcharon y Víctor cerro la gran puerta.

- Quien era? - cuestione desde el sofá.

- El domicilio- me mostró una gran caja de pizza que traía escondida en su espalda.

- Victor, lo del beso fue un error, no quiero levantar falsas esperanzas -

- No te preocupes Sarah te entiendo y te daré tiempo para que tomes una decisión-

- Ya la decision esta tomada-

- Te daré tiempo - abrió la caja de pizza y la verdad el aroma a queso y pollo me hacia agua la boca - Quieres un poco?

- Si por favor- jamas me le podía resistir a una pizza.

- Te ayudo con el bebe? -

-Si- él empezó a desatar el gran nudo que tenía en mi espalda para poder bajar a Nicolás de mi pecho, mi cuerpo quedo completamente desnudo ante la mirada de Victor, no pude evitar sonrojarme.

- Tranquila - Víctor trazo distancia entre los dos. - Me quito mi camisa?

- Si - dije sin mirarle el rostro -

Victor me estiro su camisa y pude taparme con ella, junto a Nicolás contra su pecho y empecé hacer el nudo detrás de su espalda.

Nicolás se quedaba completamente tranquilo en su pecho, sus ojos eran tan azules como los de Víctor, me gustaba la forma en la que él le hablaba a mi bebe, a nuestro bebe, sin duda alguna sera él mejor papa del mundo.

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