Desde el principio hasta el fin ♥ (SEGUNDA PARTE)

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Jóvenes, exitosos, enamorados y padres de una pequeña de 5 años llamada Allegra, un calco de su padre con solo él carácter de su madre y boca. Después de pasar por mucho ese era su presente. Sin dudas en un gran momento para ambos. Lali Esposito (30) y Benjamín Amadeo (38) seguían siendo al pareja del momento y de todos los momentos. La vida no es todo color de rosa, más allá del amor, su historia y todo lo que sentían hay cosas que pasan y así se van acumulando al punto de estallar. Esas cosas que se callan y no se dicen, que se dejan pasar. Donde intervienen acciones, sentimientos y personas. Él amor es algo de todos los días. Metafóricamente podríamos hablar de él como una flor, hay que regarla todos los días porque no se va a cuidar sola. Eso pasó con su amor. Pero una vez que se marchita, ¿que se hace? ¿era posible volver a reconstruir todo? ¿o lo mejor es dejarlo ir y que sea una época de sus vidas? Tan solo un hermoso recuerdo.

Lali: De repente pasaron los años y ya no sabia cual fue es o será él momento de mi carrera o mi vida. Lo que había pasado con mi musica nos sobrepasó a todos. De repente estaba tocando en un estadio de Nueva York o Londres, tuve que comenzar a hablar ingles para las entrevistas, u viajaba a Australia, tenía 8 shows sold out en Brasil. Era todo una locura. No podía salir a la calle pero aún así no pensaba mudarme de mi amado país que tanto me había dado y era mi lugar, donde estaban mis personas. Además acá crecía y tenia su vida Allegra, que estaba tan grande ya. Pero mi rutina, se basaba en viajar de aquí para allá en jet privado si, la mayoría del tiempo. Aunque me tomaba mís descansos. Pero ahora estaba en plena grabación del álbum que venia.
Mi familia seguía siendo mi gran amor obviamente, esto no era nada sin ellos, sobre todo sin Benja, que me acompaña y a la vez hace lo suyo. Pero su mayor cualidad era ser padre, él amor de ellos dos era lo más lindo del mundo. Yo amaba ver eso y los amaba. Nuestra hija era inteligente, carismática, muy bella, amorosa, amaba las luces, la música y el escenario. Era la más especial del mundo pero que madre no diria eso. Ella era todo, mi todo, no había nada más importante que ella jamás en la vida ni lo habrá. Con mi marido, estábamos bien, supongo, por qué no sabemos que era estar mal. Juntos pasamos por todo y acá estábamos dos señores ya, aunque seguía siendo el más lindo de la faz de la tierra. Criábamos a nuestra hija y nos amábamos entre nosotros y a ella. A veces estábamos mucho juntos porque me acompañaba un montón pero otras él tenia sus cosas también. Generalmente siempre uno se quedaba con Allegra para que él otro haga. Pero lo importante es él amor y está. ¿Con eso basta no?

Benjamín: Tenia 38 ya, cerca de las 4 décadas y no me había dado cuenta. Había pasado todo tan rápido desde él nacimiento de Allegra. Mi carrera tanto como la de Lali creció de forma veloz pero yo encontré otra cosa que me gustaba y era producir. Tenia mi productora y por lo tanto artistas a cargo. Me encargaba de todo con los mejores profesionales. Hasta a veces producía a Lali, que ni hablar de todo lo que había logrado. De vez en cuando lanzaba algunas canciones. De todas formas la música seguía en mi. Había hecho varias películas y la mayoría afuera. Con todo eso nos habíamos vuelto una familia sin la libertad de poder salir a la plaza a jugar con Allegra o ir al cine. Ni acá ni en ningún lado, excepto lugares muy atípicos. Pero en la que más pensábamos creo que era quien más lo disfrutaba, Allegra era una estrella, pedia ir a eventos con nosotros, posaba para los paparazzis que estaban en TODOS lados y le pedía a su mamá participar en los videoclips que se podía. Su mamá, Lali, era una mamá increíble y apesar de todo jamás faltó a un acto ni dejó de cancelar cosas por ella, era su gran prioridad y eso me emocionaba. Ninguno de los dos nunca, era nuestro todo. Además tenían una relación tan linda. Las amaba a ambas tanto. Con Lali estábamos llevando esta vida genial pero difícil también, teníamos poco tiempo tal vez para nosotros pero nos amábamos, eso supongo que es más fuerte que todo. ¿No cierto?