-Sí. Bueno, el motivo de por qué te he dejado sola es que tenía que ir a comprar algo.
-¿Tan importante era que me has dejado sola con un desconocido?
-No es un desconocido, es Jeremy, un viejo amigo que me ha ayudado a entretenerte.
-¿Y todo esto para comprar algo? Ross, me he asustado, pensé que quería algo de mí.
-Olivia... Tengo que preguntarte algo.
-Dime.
-¿Quieres... casarte conmigo?
-¡¿Qué?! ¡Tú estás loco! ¡Muy loco! ¡Tenemos diecisiete años, Ross!
-Puedo esperar.
-Mira, necesito descansar, y... A eso no puedo contestar ahora, lo siento.
-Está bien, recuerda, te quiero.Me fui a casa, todo esto me estaba matando. ¿Casarme? ¿Ahora? Es en lo último que pensaría en este momento.
Pero, aunque quiero a Ross, muchísimo, no podría casarme con él ni con dieciocho años. No sé si sería el indicado. Ahora mismo esto es solo un amor adolescente, o eso creo.
Y con el paso del tiempo me convertiré en un recuerdo. Y no hay nada más traicionero que un recuerdo.
Los recuerdos cambian porque lo hace nuestra visión del mundo, por muy nítidos que parezcan.
Son parecidos a la luna, con sus millones de cráteres huecos. En el momento en el que intentas acceder a un recuerdo, a una pequeña porción de esa luna inmensa, la memoria rellena espacios vacíos.
Y si llego a ser sólo un recuerdo para Ross, significa que no podríamos ser nada más, y es lo que no quiero, ser eso para él.Pero, lo que me preocupa soy yo.
¿En realidad le quiero?Al día siguiente le conté todo a Kira.
-¡Tía, dile que sí!
-No voy a aceptar si no quiero casarme.
-Tienes un año, hasta que cumplas dieciocho.
-No, no quiero casarme a tan temprana edad, tiene que pasar de los veinte por lo menos, y tengo que estar enamorada de verdad.
-¿No lo estás?
-No lo sé, últimamente estoy muy confusa. No se quién soy, no sé mi propósito de vida, ni si en realidad quiero a Ross... No sé nada.
-Tómate un tiempo. Empieza de cero con todo. Estudia lo que te guste, cambia de look, piensa en tu relación con Ross.
-No lo sé, quizá sea buena idea. Gracias, Kira.
-¿Para eso están las amigas, no?Después, al llegar a casa, cené con mi madre y con Noah.
-Mamá, nunca te lo he preguntado por miedo a ver qué me dirias, pero... ¿Quién es mi padre?
-O-Olivia... Pues... Bueno, tu padre...
-Mamá, dímelo.
-Está bien. Cuando tú nacistes todo fue a mal, discutíamos, y apenas hablábamos de algo normal. Decidí que lo mejor era separarnos, y me fui sin decirle nada.
-¿Por qué? Imagina que te está buscando ahora mismo.
-No creo, él no es así, se habrá buscado a otra.
-Mamá, quiero verle, quiero saber quién es.
-No, eso sí que no, lo siento.
-¡Pero tengo derecho!
-Sí, y yo tengo el derecho que a tú te quedes conmigo, por lo menos hasta los dieciocho años, Olivia.
-No es justo.Me fui a mi habitación.
Estaba enfadada.
Muy enfadada.
¿Sabes? Los seres humanos somos una especie extraña. Sumamente y magníficamente rara.Hacemos daño a otras personas sin saber lo que nos conllevará después.
Eso llamado 'karma' puede que exista y que más tarde actúe.
Solemos esconder nuestros sentimientos sin saber el por qué, muchas de las veces que sonreímos son sonrisas falsas.
Dañamos con palabras y así podemos matar, pero seguimos haciéndolo sin saber el daño que podemos estar causando.
Pero, creas o no, alguien, fuese quién fuese, nos creó así.
Y a mi madre, no se quién la creó. Y quien haya sido, que cambie su mente, porque yo tengo derecho a conocer a mi padre.
Y si ella no me deja, entonces lo haré a mi manera.Hola! qué tal andáis?
yo bastante bien, ya he acabado el curso😊
os quería decir que tengo una cuenta en instagram de textos y frases, todos mios➡ teddysteddys
seguidme ahí!
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¿Y así es la vida?
Teen FictionElla era poesía. Sus versos rimaban entre mis labios cada día. Sus letras nadaban en mi mirada al verle. Pero ya no había tiempo para un rato. Sus metáforas, sus símiles, sus hipérboles; tanto era ella. A su lado yo era una triste sinfonía sin vida...