Mi pequeña Aurora.

Capitulo 4

Matt P.O.V.

Cuando me desperté en la mañana, demasiado temprano para mi gusto, me levanté, me duché y me cambié de ropa.

Antes de bajar a tomar desayuno, miré por mi ventana que apuntaba a la casa de al lado, como de costumbre, pensando que no iva a haber nada, pero pude ver que en el jardín de los vecinos había un gran perro Siberiano que nunca había estado ahí antes.

Confundido, bajé las escaleras, pensando en el perro que vi que , sin duda, era un perro ya grande y no pequeño como para haberlo comprado recientemente.

Pensé, por enésima ves, en la niña de pelo cobrizo que había visto hace años que ese día había estado jugando con un cachorro que si no mal recuerdo, lo cual dudo porque he pensado en ese día desde que ocurrió hace 10 años, había sido un siberiano, igual al que vi hoy.

Todos los días es lo mismo, pienso en esa niña y me digo a mi mismo que soy un obsesionado, pasó hace 10 años ¡por dios! no puedo seguir pensando en ella, por lo que yo se, podría ser una maniática o una zorra descontrolada o cualquier cosa.

Me preparé mi desayuno, pan tostado con mermelada y mientras lo comía ví que mi mamá me dejó una nota.

'Matt,

salí a mis clases de yoga y también necesito pasar por el supermercado para comprar unas cosas, vuelvo a las 3, hay comida en el refrigerador.

Te amo, mamá'

Suspiré y al terminar mi desayuno, lavé mi plato y subí a ver un poco de Netflix, al entrar a mi pieza involuntariamente miro por la ventana y veo que el perro sigue ahí.

Me acuesto en mi cama con mi computador y me pongo a ver Arrow, 2 capítulos y medio después escuché ladridos, al principio los ignoré pero cuando ya casi no podía escuchar la voz de Oliver Queen me paré y miré por la ventana.

En el jardín estaba el perro saltando y con el estaba ella.

Era ella.

Cuando la vi, sentí como se me paró el corazón. Jugando con el perro había una chica con pelo rojizo no el mismo tono que tenía hace 10 años pero sabía que era la misma persona.

Me quede estático en mi lugar observando cómo después de tanto tiempo la misma escena se repite como un dejavú, salgo de  mis pensamientos en el momento en el que veo como ella hace un ademán de querer girar hacia mi dirección. Rápidamente me agacho para que no vea que la observaba.

Es tan extraño este momento ya que viéndolo de alguna forma, esto mismo pasó hace diez años cuando apenas era un niño que sabía leer y escribir. Me reprendo mentalmente por lo infantil que fue haberme agachado para que no me viera, tengo 18 años por dios.

Me pongo de pie y veo a través de la ventana que ella sigue allí, no es un sueño, es ella.

Quiero conocerla, tengo que conocerla. Rápidamente empiezo a pensar en excusas que podría utilizar para presentarme o simplemente para verla más de cerca, dado a mi falta de imaginación, invento la esclusa más vaga que se me podría haber ocurrido.

En este minuto me encuentro en la puerta de la casa de los Hutchins Con un tazón de vidrio en mis manos que a un lado tiene tallada la palabra 'azúcar', después de debatir mentalmente sí debería o no pulsar el timbre la ansiedad por conocerla me gana y en menos de 5 segundos ya había tocado el timbre 3 veces, me golpeó la frente, soy un idiota, ahora seguramente van a creer que soy un loco ansioso o que soy un bruto al que no le gusta esperar.
De adentro se logra escuchar un 'ya voy' de una voz que no logro identificar.