Odio recordar las amargas escenas de aquel suceso ocurrido bajo una fuerte tormenta un martes en la noche...
(pero cómo no hacerlo si cada vez que llueve el recuerdo se hace más fuerte *hoy por ejemplo*)Ese día, la había pasado de maravilla con mis amigas, pero todo se tornó oscuro cuando iba de regreso a casa.
Decidí llamar un taxi, porque ya era muy tarde y apesar de que sólo me encontraba a 5 cuadras de mi casa, había empezado a caer gotitas de lluvia super heladas del cielo, y cada vez se hacían más grandes, entonces era obvio que se venía una fuerte tormenta y no quería mojar mis lindos zapatos que mi mami me había regalado.Cuando llegó el taxista, me subí y le di la dirección de mi casa, el me observaba por el vidrio frontal, y comenzó a hacerme preguntas muy incómodas; pero eso no era lo peor, durante la conversación que estaba teniendo con él, no me di de cuenta que el camino hacia donde conducía no era el correcto... Evadiendo las preguntas que él me hacía, le dije:
-señor! Está usted tomando un camino equivocado.
>tranquila bebé, todo saldrá bien, esto es solo un atajo *dijo mientras me observaba desde el espejo, con una mirada maliciosa y las pupilas dilatadas*
no sé si era ese momento tan incómodo y lleno de suspenso el que me hacía dudar, y pensar lo peor, sin mentir en menos de un minuto, pasaron por mi mente miles de pensamientos.
Decidí escribirle a mis padres, para que estuvieran pendiente, pero cuando miré el celular noté que en la barra de estado solo había 1% de batería *Maldita sea! Olvidé que lo había ocupado con mis amigas haciendo karaoke* pero, aún podía usarlo, sin embargo, debía actuar con rapidez, pero cómo? Cómo hacerlo en un momento como esos? Mis manos temblaban, *como si sufriera de Parkinson o algo parecido*al fin y al cabo, de tanto susto, mis manos temblaron tanto que el celular saltó y cayó debajo del mueble del taxista... Supe entonces que ya no había nada que hacer...
De repente, veo que el taxi se detiene.
>bebé, si te portas bien, no te pasará nada, ahora vas a disfrutar,sólo regálame 6 minutos, para enseñarte algo...
Cuando me dijo eso, lo miré fijamente a los ojos por aquel vidrio, y tenia una sonrisa maliciosa que hacía juego con sus pupilas dilatadas y su cara de morbo'... Supe entonces que era hora de correr y gritar por ayuda, pero lamentablemente aquel anciano actuó más rápido que yo (había asegurado las puertas), *ahora no sólo temblaban mis manos, si no que también mi cuerpo* no había salida, estaba atrapada, y lentamente, el taxista se fue acercando a mi...No podía creer lo que estaba ocurriendo, ni si quiera me movía, quedé completamente pasmada, mientras pensaba *¡Qué hago! Ash, ya no hay nada que hacer, viejo verde asqueroso, qué se cree?*
De repente, sentí mis labios húmedos, con mucha baba *Ni dientes tiene ese pendejo! ¡Qué asco!* sentí como empezó a deslizar su lengua por mi cuello *me sentía cochina, y había comenzado a marearme* pero lo peor es que seguía quieta, pasmada, sin saber que hacer, hasta que:
>Hoy vas a ver estrellas, princesa
*(Dijo el viejo, con un tono de voz bajo, que revolvió mi estomago, provocando en mi ganas de vómitar)*
Luego, empiezo a sentir, sus manos que subían de mi pierna a mi zona 'V'.
-BASTA! *Grité fuertemente* - Déjame, no me hagas daño por favor! No sigas, te daré lo que quieras, pero déjame ir...!
De mis ojos comenzaron a salir lágrimas, pero... No sirvió de nada.
El estúpido viejo asqueroso, hizo caso omiso a mis súplicas, *qué le costaba dejarme sana? Qué le costaba no hacerme daño? No le costaba nada; pero lo hizo*
Continuó como si nada...
*Cómo es capaz de seguir, acaso no tiene corazón, acaso no siente?*
Comencé a gritar en busca de ayuda, gritaba tan fuerte que cada vez que lo hacía me dolía la garganta, pero las gotas de lluvia cada vez eran más fuertes y estábamos en una calle vacía y solitaria.
(😭😭😭😭😭😭😭😭)
Me resigne, trate de defenderme con mis propias fuerzas, pero él era mucho más fuerte que yo y era inútil.
Comenzó a desnudarme, trate de cubrirme e impedírselo, pero no sirvió de nada, en esos momentos, comencé a pensar en mis padres *si ellos estuvieran aquí... (papá, mamá, los amo, ayúdenme)* no sé porqué rayos pensaba en ellos, al fin y al cabo no sabían lo que en esos momentos me estaba pasando.
Una vez más su asquerosa voz me hizo volver a la realidad:
>bebé, pórtate bien, y dame placer, si no quieres sufrir.
-No, estúpido! (le respondí con una mirada horrible, *si las miradas mataran ese viejo estúpido hubiese caído muerto*)
>Te lo advertí
(ya él me había desnudado, solo faltaba que él se desnudara)
De repente siento como separa mis dos piernas con tanta fuerza, que no me permite cerrarlas, y baja la cremallera de su pantalón. *Cerré mis ojos, no quería ver su cochino y gelatinoso miembro, (no! Cómo coños, me pasa esto a mi?)* (el taxi era muy estrecho y no me encontraba en una buena posición, pero eso no me importaba) de pronto...
-ahj! *Solté un grito de dolor, al sentir como me penetraba, lo hizo sin piedad, acaso no sabía que yo era virgen?* dolió tanto que comencé a golpearlo y a llorar, a él no le importaba, y seguía metiendo y sacando su pene en mi estrecha cavidad vaginal...
>bebé, gime, grita, que eso me gusta.
Cuando escuché esa repugnante petición, decidí aguantar todo el dolor y no hacer ningún ruido *de ninguna manera iba a complacer a ese imbécil*
Lo que sí hice fue llorar, lloré como nunca antes, y prometí a mi misma, no derramar ni una lágrima más en mi actual miserable vida.
Cerré mis ojos, y me hice la muerta, pero no supe controlar la respiración, *sin embargo sirvió de algo, ese estúpido y tarado viejo pensó que me había desmayado...*
>bebé, princesa, oye, no juegues así! (decía mientras me movía la cara de lado a lado, y trataba de abrir mis ojos)
Escuché cuando se subió la cremallera de su pantalón, entonces supe que todo había acabado.
Me bajó del taxi, y apenas oí el ruido de los motores suspiré, y esperé 2 minutos a que se alejará para poder levantarme de aquel pasto con charcos donde me había dejado.
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El SECRETO.
Genç KurguSoy lizz, tengo 17 años, 'ERA virgen, pero lamentablemente me violó un hombre que tenía una enfermedad de transmisión sexual, y ahora soy portadora... Triste, enojada y con muchos sentimientos encontrados decido vengarme, para ello, acabaré con chi...