Él

Las cosas no venían bien desde hace tiempo, había cosas tan complicadas que enfrentar a tan poca edad, 18 años y Marco no me dejaba ser feliz por completo, lo extrañaba de una manera irremediable, tanta que sabía que después del tiempo de estar con él, mi vida no volvería a ser la misma, por lo menos en las relaciones sentimentales.

Era una de las personas más guapas que habría conocido, alto, de piel blanca, ojos verdes con un toque miel, cabello castaño y con unas pestañas cortas pero hermosas, de cuerpo atlético, demasiado proporcionado para él, de su carácter no hablemos, es una persona paciente e inteligente.

-Ingeniero, tenía que ser.

Perfecto, de los humanos más nobles (cuando quería) que he conocido, vivía con su mamá y dos hermanas pero por problemas con su papá acabó viviendo en una casa demasiado grade con su abuela.

-De algo le servirá- pensé.

Las vacaciones pasaban lentas y aburridas, tristes y melancólicas, las tardes se veían grises, con un poco de azul entre las nubes, vivo un poco lejos de la ciudad así que el ruido no me molesta por el día, desde mi casa se pueden ver las montañas que me rodean, las parcelas pidiendo ser sembradas y el río con agua estancada.

Depende del contexto como lo veas que ese paisaje te ponía más feliz o más triste de lo que ya se estaba, después de todo, dos años de relación con Marco no se me pasarían de la nada.

La tristeza no cabía más en mi cuerpo, tanto que empecé a bajar de peso de una manera que daba un poco de miedo, no quería salir, quizá también me estaba agobiando el hecho de decidir que carrera debía estudiar.

Tenía dos opciones, comunicación y negocios internacionales, la primera me atraía muchísimo ya que no soy una persona de decisiones que tomaría la gente normalmente y me cuesta muchísimo decirme por algo que pensaba era la decisión más importante que había tenido hasta ahora. En ocasiones me llegaba hasta doler la cabeza de lo tanto que pensaba en los pros y contras de cada una de las licenciaturas que había tomado en cuenta para estudiar, sé me juntaron cosas tan importantes para mi que pensé que en algún momento explotaría o que por alguna casualidad una señal llegaría tan claramente a mi que sentiría el alivio más hermoso de mi existencia.

Al final me decidí por comunicación ya que el plan de estudios tiene materias que me interesaban y que podría relacionarlas con otras cosas, en pocas palabras, veía de todo un poco, la elegí sin saber que mis sentimientos estaban por vivir la mejor experiencia que los haría despertar y excitarse de una manera tan poco convencional que aturdiría a muchos que me rodean en el poco tiempo que llevo de vida.

::continuará::