Posesión // Nalu

La Curiosidad Mató Al Gato

10 años después

Un coche de color plateado aparcaba frente a la verja de una gran casa.
Las puertas se abrieron y un matrimonio junto a dos adolescentes se encaminaron hacia ella.

Tras un poco de insistencia el cerrojo finalmente cedió y la verja se abrió con un sonoro chirrido. A pesar de que estaba recién pintada, de un tono verde musgo, se podía notar su antigüedad.
Por la puerta de la casa una anciana salió a su encuentro.

-Tranquila, Luce- un chico pelirosa se acercó hasta su amiga que se había quedado paralizada frente a la verja con un gesto mezclado entre repugnancia y temor- No es como si fueran atacarte- aseguró al ver que su amiga contemplaba las enormes arañas que correteaban por las verjas- pero por si acaso no te acerques tanto. He oído que algunas saltan.

-¡Natsu!- Lucy giró sobre su talones y le propinó un manotazo en el brazo que para el chico fue más bien como una caricia. Después se dirigió con paso enérgico hasta donde estaban sus padres.

-Bueno, Natsu, Lucy- El padre de Lucy, Jude, se dirigió a ellos- Nosotros tenemos que irnos ya que el avión sale temprano y seguramente tus padres- añadió mirando a Natsu- ya estén en el aeropuerto. Siento que no podáis venir con nosotros pero cuando se trata del trabajo no podemos hacer nada.

Después se despidieron, se subieron al coche y se marcharon.

-Bueno, Bueno- La anciana se dirigió a su nieta sonriente- ¡Lucy! ¡Mi niña! ¡Como has crecido! ¡Estás preciosa! ¿Verdad?- Añadió mirando a Natsu.

El chico se puso tenso. Miró a todos lados disimuladamente sin saber donde esconderse finalmente asintió casi imperceptiblemente.

-¿Lo ves?- La señora Heartphilia sonrió satisfecha- Hasta tu novio me da la razón.

-¡Abuela, es mi amigo!- exclamó Lucy sonrojándose de golpe.

-Bueno, voy a preparar la cena- contestó ignorando las protestas de su nieta y desapareció en el interior de la casa.

Lucy miró a su amigo. El pelirosa observaba con fingido interés la manga de su camiseta.
La chica carraspeó para llamar su atención.

-Ven. Te enseñaré la casa- de repente se paró y le miró extrañada- ¿Oye y Happy?

-Deberíais sacar a este pobre animal de la jaula- la señora Hearphilia apareció por la puerta de nuevo pero esta vez sosteniendo una especie de transportin.

-Tienes razón. Vamos a tu habitación Natsu- Lucy agarró el transportin y le hizo un gesto para que le siguiese.

Subieron las escaleras y llegaron a la segunda planta provista de tres habitaciones y otra puerta con acceso a la tercera planta. Estaba cubierta por un suelo de madera que emitía leves quejidos al caminar sobre él.
Las paredes estaba pintadas de un blanco intenso que daban una sensación de luminosidad a la habitación. Sobre ellas cuadros de pintorescos paisajes adornaban la estancia pero lo que más llamaba la atención era un gran reloj de péndulo situado en la pared que dividía dos habitaciones. Si se escuchaba con atención se podía oír el acompasado "tick tack" que emitía el reloj. Un sonido que más que relajar, inquietaba un poco.

Lucy giró a la izquierda y abrió la primera puerta.

-Esta será tu habitación- le informó mientras la cerraba una vez que Natsu había pasado.

Posó el transportin en el suelo y abrió la puertecilla para que el felino pudiese salir a explorar el terreno. Happy salió dando pequeños brincos y se puso a jugar con una bola de papel mientras Natsu y Lucy se sentaban en la cama.