Déjame ser tu Kwami

20. La visita

Tikki Pov's

¿Qué había dicho Plagg? ¿Qué también lo era? ¿Era un kwami? ¿Qué quiso decir? No quise despertarlo, se lo veía muy lindo dormido, me quedé viendo la televisión, pero al poco rato también me quedé dormida.

Desperté al día siguiente. Miré el reloj, era demasiado tarde como para ir al colegio, además le prometí a Plagg que me quedaría con él. Hablando de Plagg, ¿dónde se había metido? Un ruido en la cocina respondió mi pregunta.

Fui a la cocina, y vi a Plagg buscando queso.

- Buenos días- le dije

- Hola- respondió él sonriendo- quería preparar el desayuno, pero veo que ya te despertaste.

- Tranquilo, lo haré yo- toqué su frente- aún sigues con fiebre, mejor descansa.

- Está bien- estaba caminando hacia la sala cuando lo detuve con una pregunta.

- ¿Qué quisiste decir ayer?

- ¿Qué dije?

- Qué también eras un... Kwami.

Plagg se puso a pensar, y luego dijo.

- Ahh, ya recordé. Dijiste que tú eras uno, ¿por qué yo no podría ser uno?

- ¿Sabes si quiera que es un kwami Plagg?

- Claro que lo sé, quería bromear un rato contigo. Los kwamis han existido desde hace mucho tiempo, y si no me equivoco, si tú eres un kwami, deberías tener 5000 años más o menos.

- Okey, si sabes, así que, ¿tú eres el kwami de...?

- Chat noir, si, lo soy.

Me quedé boquiabierta, nunca lo habría pensado, si se lo digo a Phillip, faltarían solo tres kwami, pero... Si vuelvo a ser un pequeño kwami, ¿seguiré amando a Plagg? Siempre tengo preguntas y dudas en la cabeza, como kwami nunca me pasaba.

- Y por lo que decías anoche- siguió hablando Plagg- de que sería mejor no estar juntos porque no eres humana. Yo tampoco lo soy, así que podremos estar más juntos que nunca, ¿no?- sonrió.

Era tan linda su sonrisa, debía decirle que me gustaba, tal vez él sentía lo mismo que yo. Tomé fuerzas para poder decirlo.

-Plagg, yo...

En eso sonó la puerta. Perfecto, siempre pasa algo y no deja hacer lo que uno quiere. Me levanté, y fui a abrir la puerta. Al hacerlo, vi que era Phillip... Espera, ¿cómo sabía donde vivía? De seguro es por el diseño de mariquita.

- Sabía que te encontraría, ¿estás libre?- dijo Phillip.

-Pues... Creo, ¿por qué?

- Tengo algo muy importante que decirte, y creo que se me hará largo, ¿puedo pasar?

- ¿Pasar?- nadie debía saber que Plagg vivía conmigo, eso es... Raro, ¿qué debía hacer?- claro, pero, ¿puedes esperar afuera un momento? Tengo la casa hecho un desastre.

- Pues...

No le dejé contestar. Cerré la puerta y me dirigí hacia Plagg. Lo tomé de la mano y lo llevé corriendo a su cuarto.

- Quédate ahí, y no salgas- le dije.

- ¿Pero por qué?

- Sólo hazme caso, ¿sí? Después te explico.- salí rápidamente de la habitación.

Bajé las escaleras, y fui hacia la puerta. La abrí e hice pasar a Phillip, quien apenas entró, se sentó en el sofá donde antes, estaba sentado Plagg.