El instituto de Artes "SMTown" tiene a dos bailarines estrella : Lee Taemin y Kim JongIn. Pero ellos se odian, Taemin está en el salón A y es de los estudiantes más destacados en calificaciones y por ser responsable, mientras que JongIn va en el sal...
—¡Taemin! –tras aquello Kai y yo nos separamos de golpe. Ambos miramos a aquella persona. Esto no puede estarme pasando a mi. Pensé.
—BoA no es lo que crees –traté de excusarme y ella rápidamente negó.
—No importa, sólo diganme ¿Aún van a competir como pareja? –y ambos asentimos al instante. —Ok con eso me quedo más tranquila –ella fue directo a la grabadora, —Si no es mucha molestia chicos, practiquemos de una vez –mi corazón no paraba de latir frenéticamente.
Y así nos pasamos toda la hora, ensayando y practicando perfectamente cada paso de baile, podía notar él nerviosismo de Kai, en parte me siento culpable pues yo lo incite a besarme, tenía que probar sus tentadores labios.
BoA se fue y nos dejó solos nuevamente pero se sentía tensión en el ambiente.
—A tu novio no le va agradar lo que hicimos –la voz de Kai sonó. Es sólo mi primo JongIn, ¿debería contarte?.
—Supongo –respondí simple mientras guardaba todo en mi mochila.
—Taemin....¿y si hoy nos quedamos más tiempo a ensayar? –me preguntó.
—Tengo cosas que hacer con Taeyong hoy –él tomó mi muñeca.
—Sólo por hoy, por favor –jamás le había visto esos ojos, al estilo cachorrito y se ve tan tierno y adorable. —Esta bien –accedí y él sonrió satisfecho. La puerta fue abierta de repente.
—Taem, es hora de irnos –canturreó Taeyong. Kai lo miró con mala cara.
—Emmm TY hermoso... –tomé la mano de mi primo y lo llevé fuera del salón —Tienes que irte a casa sin mi –le informé nervioso.
—Oh Tae~ ¿Por qué estas tan sonrojado? ¿Qué ha pasado? –preguntó burlesco con una media sonrisa.
—Es que... ah –suspiré —Lo contaré más tarde pero ahora tienes que irte, por favor –le supliqué.
—Ok Ok, pero debe de ser algo muy bueno, bien me voy pequeño, sé cuidadoso –y se fue riendo mi oxigenado primo. Maldito, espero que no se burle de mi cuándo le cuente lo que realmente pasó.
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—¡No! –se quejó el moreno.
—Anda, sólo esa, por favor –le hice un puchero con mis labios.
—Ni cómo negarte algo –cerró los ojos mientras sonreía de lado. Hacia media hora que le estaba pidiendo que me pasará aquella foto suya en donde parece un lindo gatito.
Pero a fin de cuentas, accedió a mi capricho.
—Te la doy con una condición –me dijo en un tono indescriptible.
—¿Cual es la condición? –pregunté.
—Dame un bes.... –y sin dudarlo acorrale sus labios. Eran los primeros que probaba y me volví adicto a ellos. Son tan dulcemente tóxicos.
Así quiero mis días de ensayo siguientes : Con JongIn y sus labios rozándose con los míos provocando estas sensaciones fantásticas en mi sistema.
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Me aventé a mi cama y mire mi cel estúpidamente con una sonrisa melosa.
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