VI

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Ya estamos a mitad de noviembre y aún no hemos arreglado nada para el viaje, no se que piensan aquí, que yo soy el papá de todos o no se que, porque ninguno me dice a donde quiere ir.

Así que como yo tomó la decisión nos vamos a Brasil, la verdad me gusta mucho el calor e Irene tiene que ir a la playa y disfrutar.

Llevo tres maletas una mía, una de Irene y la tercera cosas de los dos; los perros los dejare cuidando la casa tenemos que ponerles nombres; pero los animales de Aballach y Damian hacen lo que les da la gana: Aballach lleva 5 maletas y el otro no quiere ir por que odia el calor.

Ahora estoy montándome juntó con Irene y Guadalupe, los otros dos no se ni me importa. En el vuelo todo es paz y tranquilidad Ene ve por la ventanilla maravillada y me voltea a ver a ratos, cuando pasa una azafata le pido maní y una botella de agua, cuando me los da, le doy a Ene el maní y yo espero por que es la primera vez que come, comienza a chupar y se lo saca de la boca, creo que no puede mascar entonces parto todos y me como el que ella rechazo para demostrar que esta bueno.

Después de una siesta de dos horas llegamos a Brasil, cogemos un taxi y nos dirigimos al hotel, cuando me estoy registrando las mujeres no dejan de mirarnos a los tres hombres, y los hombres no dejan de mirar a mi niña y de coquetear con Guadalupe, aunque yo también lo haría ella es muy linda y tiene buen cuerpo, y además sólo tiene 21 años.

Cuando entro a mi cuarto me siento maravillado es precioso, dejó a Ene en la cama y organizó el contenido de las maletas, cuando terminó pido servicio a la habitación y al cabo de 30 minutos ya estoy disfrutando de: Las coxinha, moqueca, batido de coco y de postre un delicioso brigadeiro. Ene comió de todo un poquito pero lo que sí, yo sólo probé una cucharada del postre la necia se lo comió todo.

El calor tan tremendo que hace aquí pone a Ene sonolienta así que le doy un baño con agua media, si dije que no la baño pero tampoco soy un infeliz pedófilo, después de ponerle su bañador y un vestido voy a buscar a los otros para irnos, pero no encuentro a ninguno, así que vuelvo a la habitación cojo un bolso y a Ene, y nos vamos.

Cuando llegamos a recepción descubro que los tres están tomando en el bar.

-Hola cielo- dice Aballach dirigiéndose a Ene.

-¿Qué hacen aquí?- les pregunto mirando la mesa dos botellas vacías, y dos vasos uno con jugo y otro con agua.

-Queríamos darles privacidad a la pareja así que los adultos estamos bebiendo.

Con esa excusa tan mediocre Ene y yo nos dirigimos a la playa.

PECADO. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora