Mi Angelito Inmortal

¿Belli o Belcebú?

Gabriel se quitó la venda y me sorprendí al ver una enorme cicatriz que atravesaba sus ojos. pero al abrirlo tuve que taparme la boca para no gritar.

Le faltaba el ojo izquierdo, en su lugar había una especie de agujero cubierto por una niebla morada. Su ojo derecho  tenía un brillo rosa muy siniestro que le provocó escalofríos.

- ¿Cómo....? ¿Quien...?- no sabía qué preguntar o siquiera qué decir.

- Perdí mi ojo izquierdo durante las guerras contra los demonios.- me explicó.- A Dantalion le pareció gracioso marcar su victoria para que siempre lo recordara.- estaba tan sorprendida que no sabía qué decir.- Y el otro, bueno tiene un hechizo muy poderoso que llevo protegiendo desde hace mil años; llevo tanto tiempo con él que desarrollé otros sentidos hasta el hecho de que no necesito ver.

- Lo...siento.

- ¿Por qué te disculpas?- me preguntó confundido.- Como te dije puedo ver sin necesidad de usar mi ojo, cuando lo abro solo veo el color rojo y eso me debilita los otros sentidos, con la venda puedo ver otros colores incluso los que no pueden ver los humanos, mi ceguera no es un problema para mi, incluso puedo sentir cuando me mienten.

- ¿En serio?

- Si, así sé con quien hablar sinceramente y a quién evitar.- Me dijo divertido.- Por ejemplo, cuando hablo contigo puedo sentir tu nerviosismo, pero aún siento tus palabras sinceras y tu tristeza cuando digo que eres una dama.

- Es que no lo soy.- dije con tristeza.- Soy inquieta e inestable, no me gusta usar falda o maquillarme demasiado, adoro los programas donde las cosas explotan, amo el yaoi y disfruto hablar de ello.

- Una dama no significa ser delicada e incapaz de ver el mundo sin flores o arcoiris.- dijo con seriedad.- Es ser sincera con tus sentimientos y darte tu lugar por encima de lo que otros piensen. Por eso a pesar de que estas bajo los efectos de un afrodisíaco, no quieres tocarme de esa manera y no dejas que yo te toque. 

Me sonrojé mientras sujetaba mis manos, podía sentir mi intimidad húmeda otra vez, pero no iba a hacer eso delante de él.

- Si quieres hacerlo puedo irme.- me dijo.

- No, aunque sigo igual....el que estés aqui conmigo me alivia.

- ¿Estás segura?- dijo mientras se colocaba la venda de nuevo.- Bueno....¿No te importa si me pongo algo cómodo?

Asentí mientras me cubría con las sábanas, supongo que dormirá desnudo como todos así que traté de relajarme y dormir finalmente. 

--------

Desperté sintiendo un enorme brazo rodeando mi cintura...no fue un sueño.....él estaba aqui conmigo.

- ¡Uriel!

Alguien abrió la puerta y seis pares de ojos nos miraron. Ahora que estoy conciente de la situación me doy cuenta que Gabriel está en mi cama con apenas un pantalón mientras yo tengo un abrigo de orca que no cubre nada incluyendo mi pecho mientras seis hombres nos miran sorprendidos.

- Venga, lo único que hicieron fue dormir.- se quejó Lucifer.- ¿Para qué me molesto en excitarlos?

- Jefe, debió aumentar la dosis.- dijo Melchor.

- Hombre Gabriel ¿no te dá la cabeza para algo mejor?- gruño Mikael.

- Sería mucho pensar para él.- dijo Raphael

- ¡Agua!

Los saqué de mi habitación creando un chorro de agua muy potente, creo que alguno cayó por la baranda hacia la planta baja, honestamente me importa poco ahora.