When Tomorrow Comes {Camren Fanfic}

Capítulo Once: Sentimientos casi aceptados.

Lauren's P.O.V.

Al fin salió del baño. Tardó diez minutos en salir, diez minutos que pasé intentando descifrar qué había querido decirme con esa mirada. A veces soy muy lenta en estas situaciones. Todos estaban sentados a la mesa y tan solo había dos sitios libres uno al lado del otro. Camila frenó por un segundo al ver que tendría que sentarse a mi lado. Sus padres la miraron y por inercia los míos también. Se acercó a saludarlos y yo me senté en una de las sillas.

"Un placer, siento la tardanza. Soy Camila", dijo muy educada, cosa que me hizo reír por lo bajo. Se sentó a mi lado y puso una servilleta en su regazo. "Madre mía, qué formal es", me sorprendí.

"Supongo que la tardanza significa que habéis hecho buenas migas, ¿no?", dijo su padre.

"O demasiado buenas", oí susurrar a mi hermana y la fulminé con la mirada.

"Bueno... -respondió Camila- en realidad ya nos conocíamos. Vamos al mismo instituto y compartimos algunas clases", bebí un poco de agua de mi vaso.

"Entonces os conocéis íntimamente", dijo mi madre. Camila se atragantó con un trozo de entrecot y a mí casi me sale el agua por la nariz. Todos nos miraron preocupados.

"Eh... tampoco somos... íntimas", alcancé a decir.

"Eso", añadió la morena.

Nuestros padres siguieron hablando durante un rato y de vez en cuando yo miraba a mi hermana e intentaba hacerla reír mientras hacia gestos indicando que Camila era una aburrida, cosa que funcionaba hasta que Camila me pilló, lo que hizo que Taylor riera aún más.

"Y... Camila, ¿qué te gustaría estudiar al acabar el instituto?", preguntó mi madre sonriendo.

"Pues aún no lo tengo muy claro pero-... -puse mi mano en su rodilla desnuda, haciéndola parar de hablar- pero... me gustaría algo de educación infantil o primaria", empecé a subir la mano despacio y Camila la sujetó para pararla.

"Oh, ¿te gustan los niños?", Camila asintió. Conseguí que soltara mi mano ya que tenía que seguir comiendo y pude continuar con mi pequeño juego.

"Sí, aunque también me gustaría estudiar odontología", mi mano empezó a rozar despacio el interior de su muslo, levantándole la falda.

"Vaya, son muy distintas", la morena apretaba cada vez más el tenedor que había en su mano y me hizo sonreír satisfecha.

"S-sí... pero no sé... ambas me llaman la atención y... bueno, siendo odontóloga también puedo... puedo... -tuve que aguantarme las ganas de reír y para no hacerla sufrir más dejé de acariciar su muslo para que pudiera hablar- trabajar con niños", soltó el aire por su nariz fuertemente y me dio una patada por debajo de la mesa.

"¿Y tú, Lauren? ¿Qué quieres estudiar?", me preguntó su padre. Volví al juego con Camila.

"A mí me gustaría estudiar medicina y especializarme en psiquiatría", mi meñique casi rozaba su entrepierna y ella no hacía nada para pararme.

"Vaya, qué interesante", asentí sonriendo y llevé un trozo de carne a mi boca a la vez que mi mano presionó contra la entrepierna de Camila sin demora. Camila ahogó un gemido y trató de disimularlo tosiendo.

"¿Estás bien, cielo?", preguntó su madre.

"No, creo que voy a ir al baño un momento. Lauren -oh, oh-, acompáñame", se levantó como una bala, me agarró por el brazo y me llevó al baño de arriba.