El tiempo pasá

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Stephanie

Habló, él habló, y yo… no pude hablar con él, su correo sigue siendo el mismo sino él jamás se hubiera comunicado con mi suegra, trató de decirle que estaba embarazada  pero él colgó rápido la llamada, mi suegra se quedó estática en su lugar con el teléfono celular en su mano izquierda.

Jenny se había marchado unas horas antes de que sucediera la llamada en cuestión y no pudo escuchar lo que mi suegra le dijo (aunque fue poco) pero dijo algo mi suegra. Ella me miró y pude notar en su rostro una expresión triste y desanimada, sabíamos en donde estaba, sabíamos en donde se encontraba y que estaba bien pero él no quería ser encontrado.

Me lastimaba demasiado que él se portara de esa manera con su mamá, yo todavía estaba muy dolida con él por su engaño ya que no me merecía eso y por lo tanto me sentía herida, pero era muy distinto lo que yo sentía a lo que la familia que me ha acogido como suya este sintiendo.

Me levante de mi asiento y cautelosamente me acerque a mi suegra, ella al verme me abrazó con delicadeza y ternura, era increíble ese sentimiento que albergaba por esa mujer que sin dudarlo me brindó su corazón y su amor. Cuando nos separamos me dijo en un susurro

-hija, gracias por estar aquí conmigo, tú y mi nieto o nieta son las bendiciones más grandes que en este momento tengo-en ese momento se agacho un poco y beso mi abultado vientre de 4 meses, seguido de eso lo acarició con suavidad, después se levanto, me beso la mejilla y me dijo-te consideró una hija más, tu ya eres parte de nuestra familia.

No sé en qué momento comencé a llorar, era un llanto de alegría, de satisfacción, de muchas emociones juntas en un solo día, estaba feliz por haber llegado a conocer a Alexander y formar una familia con él… aunque él no lo supiera.

Seguido de eso, se alejo de mi no sin antes limpiarme algunas lágrimas con el dorso de su mano derecha y sonriéndome de oreja a oreja. Me quede parada en el mismo lugar por no sé cuánto tiempo, debía salirme de mis pensamientos, sacudí suavemente la cabeza de un lado al otro despabilándome por completo. Me dirigí lentamente a mi cuarto, llegando a el me desvestí por completo, abrí la llave del agua dejando salir primeramente el agua fría y esperando que saliera el agua caliente, cuando se hubo llena mi tina me metí cuidadosamente, deje mi celular cerca por si me hablaban por teléfono que a estas alturas nadie me hablaba a menos que fueran mis amigas de siempre.

Recargue mi nuca en la orilla de la tina cuando me llegó una idea, la idea consistía en documentar cada mes la evolución de mi embarazo con fotos, videos, mensajes etc. no lo dude más y agarrando mi celular empecé con el primer video. Hablé, hablé mucho, llore de felicidad, de alegría, saber que dentro de mi crecía una vida que era fruto del inmenso amor que siento hacia Alexander me daba las fuerzas suficientes para seguir adelante. Me tarde más de lo debido en el baño, salí, me enrolle la toalla en mi cuerpo y secándome el cabello con otra toalla salí a mi recamara, que en realidad era la recamara de Alexander.

Me senté en la orilla acariciando mi vientre y hablándole con dulzura, yo me sentía plena y realizada, el ser madre era una nueva experiencia y gratificante, el tener la certeza que será una compañera o compañero y que compartirás tu vida con este ser tan pequeñito es una sensación indescriptible.

Me cuidare, todavía me acuerdo de las palabras que me dijo Eduardo

“debes cuidarte Fanny el hecho de tener anemia complica un poco las cosas, más cuidados, más atenciones, más descanso”

De mi dependía que mi bebé naciera sano y fuerte, no podía arriesgarlo o arriesgarla, necesitaba que me cuidara y lo cuidara y eso  mismo iba a hacer.

El tiempo pasó más rápido de lo normal, entre cuidados, atenciones por parte de mis suegros, mis cuñados, mi hermano se me hizo el tiempo rapidísimo, había podido hablar con el director de la facultad en la que estudio Diseño Gráfico y me dieron una prórroga para poder terminar mis estudios y poder titularme, claro está que tuviera los cuidados  por mi embarazo, yo quería titularme y ser una profesionista quería salir adelante por mis propios medios y no depender de mis suegros.

Otra oportunidad: un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora