Mi amigo (YoonKook)

17 (Final)

12 años después...

Cerré mi diario, donde seguía anotando todo lo que me pasaba. Sí, ya tenía veinte años para andar escribiendo como un niño garabatos y tonterías en un cuaderno que luego guardaba en lo más profundo de mi cajón.

Me puse mi abrigo y salí a la calle. Mi madre siempre me advertía que me cuidara. No quería que me refriara ni nada por el estilo. No pensaba en lo más mínimo pisar un hospital, claro que no.

Había ingresado hacía poco en la universidad y la verdad, es que me iba bastante bien. Conocí a varios compañeros, los cuales acabaron siendo mis amigos. Todo iba muy bien.

Me resultaba extraño en ocasiones volver a recordar aquella vez que fui niño. Cuando iba a la escuela y nadie, absolutamente nadie me hablaba. Así terminé por volver un retraído total, tímido y vergonzoso niño. Después todo cambió...

El viento alborotó mis cabellos exageradamente, me los acomodé de inmediato. No quería que él me viera tan desastroso.

—¡Hola!—dije algo agitado, después de haber dado unas grandes zancadas—Siento haberte hecho esperar.

Él sólo me miró y me sonrió.

—No importa. Te esperaría lo que haga falta.

Cuando miraba sus ojos podía sentir latir mi corazón, ese chico era hermoso. Lo amaba, quería estar con él hasta el fin. Me acerqué hasta quedar a escasos centímetros y besé sus labios con suavidad. Él me correspondió y pude notar como curvaba sus labios sonriendo, sobre los míos.

Ambos nos separamos un pocos y nos miramos.

—Te amo, Jungkook—me dijo con su voz profunda.

—Yo también, Yoon Gi.

Sí...Lo amaba, definitivamente y nunca dejaría que le pasara nada, nunca.

Recuerdo perfectamente ese día que desperté llorando en mi habitación. Tenía ocho años. Había tenido la peor pesadilla de mi vida...

Yoon Gi murió en mi sueño.

Ese día que él me dio mi primer beso y me dijo que siempre estaría a mi lado me había hecho sentir el niño más feliz del mundo. Y a pesar de eso, estuve totalmente traumado con el asunto de la enfermedad que tenía Yoon Gi, de verdad, esas veces que mi madre me miraba con tristeza, esperando lo peor, me rompieron el corazón y me hicieron pensar que él se iría para siempre.

Odié esa pesadilla.

Pero lo importante ahora era que había recibido un tratamiento. Tardó unos años en recuperarse y todo ese tiempo siempre estuve a su lado, nunca lo abandoné. Le conté incluso mi pesadilla, recuerdo que cuando lo hice lloré y lo abracé por los menos durante todo el día.

Me quedé hasta durmiendo en su cuarto. No quería dejarlo.

Ahora él y yo estábamos juntos. Tomar su mano con fuerza, besarlo, verlo sonreír, ver ese brillo en sus ojos.

Era el chico más feliz del mundo.

—¿Qué estás pensando, Kookie?—me preguntó, acariciando mi rostro.

—En lo feliz que soy a tu lado.

Lo abracé, con mucha fuerza. No lo iba a soltar, no lo iba a dejar marchar porque él se había convertido en el amor de vida...

~Fin~

Lo sé, no me maten por haberlas/os hecho sufrir.

Necesitaba un final feliz 

Muchas gracias por leer esta historia

<3