Corazon Enredado (PAUSADA)

#4 Un Largo Día (parte 1)

El resto de la semana sentí que pasó rápido. Todo va marchando a la perfección, he conocido una par de amigos más a medida pasaban las clases durante estos días, mi amistad con Li se está volviendo más cercana, nos vamos juntas hacia la universidad y al regreso nos acompaña Alex, el cual veo que se está volviendo más cariñoso con nosotras, aunque también conocimos que tiene un lado bromista, como el jueves cuando íbamos camino a casa comenzó a jugar con el cabello de Li y luego con el mío, lo feo fue que no nos pudimos vengar porque él es más alto que nosotras.

Ya es sábado, y mi cuerpo lo sabe. ¿Por qué? Sencillo. Son las 10:00 am y sigo en cama, me desperté hace 5 minutos pero es como si una fuerza involuntaria me impidiera levantarme. Me temo que es porque mamá se va desde temprano los sábados al trabajo.

Luego de una pequeña lucha con esa "fuerza" consigo levantarme e ir a ducharme y dar a cabo mi aseo matutino de rutina. Tomé una laaarga y relajante ducha. Al salir me puse lo primero que encontré en mi armario. Unos pantaloncillos cortos, una blusa gris de manga 3/4 y mis sandalia favoritas, luego fui a batallar con mi cabello que amaneció rebelde por lo que noté al dar la primera cepillada. Una vez que terminé por mi rutina personal proseguí a cumplir con mis tareas domésticas, los fines de semana nos toca a Alice y a mi hacer las tareas del hogar para darle un descanso a mamá. Nos turnamos, unos fines me toca hacer la comida y botar la basura y a Alice le toca limpiar la casa y el patio y viceversa, este fin le toca a ella el papel de la cocina.

Pase por su habitación y... ¡Por Dios! esta está peor que mi.

-¡Animal levantateeeee!-le grité provocandole un gran sobresalto que la puso en guardia, haciendo que soltara una carcajada, si pudiera verse la cara de estúpida que tiene.

-¡Idiota no me asustes así!-vociferó arrojandome una almohada al rostro que no logré esquivar.

-¿Ya viste la hora que es?

-Claro, son las 7:00 am-dijo con toda la seguridad del mundo.

-Alice... no se cuando fue la última vez que viste el reloj pero... ¡Son las 11 de la mañana!-dije tomándome el puente de la nariz.

-¿¡Qué!?-Alice abrió los ojos como platos tomando su celular y dándose cuenta que estoy  hablando enserio.

-Bueno, voy a hacer mi parte del trabajo-dije dando media vuelta.

Proseguí a tomar los implementos de limpieza y manos a la obra. Una vez que terminé busqué en la refrigeradora si había alguna fruta para sobrevivir mientras Alice terminaba su larga jornada de aseo (aún mucho más larga que la mía). Afortunadamente habían unas fresas que mamá compró el día anterior ¡Amo las fresas! Son super deliciosas, tome unas 5 o 6 y me fui a comerlas en la sala de estar mientras le daba una hojeada a mi agenda. No está demás ver si no he olvidado algo.

Nada, nada, nad...

-¡Mierda!-había olvidado mi cita con Camila, tengo suerte que quedamos a las 2:00 pm.

Subí apresurada las escaleras y opté por buscar una vestimenta más adecuada, ladee la cabeza hacia la derecha y... ¡bingo! Vi unas mallas negras y una camisa rayada blanco con negro y me decidí por esa vestimenta, me volví a peinar y esta vez me puse una coleta de caballo y mis tenis blancos converse favoritos.

Cuando terminé de alistarme baje las escaleras a ver si el tornado ya había hecho el almuerzo, de por suerte ya estaba colocando los platos en la mesa. Comimos y luego volví a subir para cepillarme los dientes, tome mi bolso y salí a encontrarme con Cam.

-¿A dónde vas?-preguntó mi hermana queriendo ejercer autoridad.

-Voy a salir con Cam, olvide decirte que ya volvió a Toronto.

-¿Enserio? Saludos de mi parte.

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-¡Hola! Llevas mucho tiempo esperando?- preguntó Cam mientras recuperaba el aliento.

-Jaja no, para nada, llegué hace cinco minutos.- dije tomando la carpeta de menús.

-Oh bueno, me preocupe mucho, temí que pensarías que te dejaría plantada- dijo Cam acomodándose en la silla que se encuentra frente a mi tomando la otra carpeta de menús.

-No tienes de qué preocuparte Cam. Se que vendrías.- Esbocé una sonrisa para tranquilizarla y por lo visto funcionó.

Nos sentamos y enseguida nos vino a atender...

-¿Alex?- lleva una gorra negra y el  uniforme de los meseros, una camiseta negra estilo polo con el logotipo del lugar, unos jeans y zapatos de cuero.- ¿Qué haces aquí? ¿No se suponía que trabajabas en la tienda de la ciudad?- realmente me tomó por sorpresa esto, no esperaba encontrarme con él aquí ¡y mucho menos como mesero!

-Ah si, hoy es mi tercer día aquí, había olvidado comentarles, renuncié al trabajo en la tienda porque me aburría mucho y era más el tiempo que perdía ahí sin hacer nada, en cambio aquí es más emocionante, conozco gente nueva e interactúo con los clientes y además que la paga es mejor.- finalizó con el común brillo en sus ojos que, a pesar de ser café oscuro como los de la mayoría, poseen algo único que me hace entrar en un trance, me transmiten cariño, calidez, me transmiten...

Confianza.

Cuando salí de mi trance me dí cuenta que no había ordenado, ladee la cabeza en busca de Camila y me dí cuenta que ella ya había ordenado y la orden que Alex esperaba era la mía, me ruborice al darme cuenta que ambos me pillaron ida en los ojos de Alex, causandoles gracia a ambos (malditos, como se ríen de mi desgracia) en fin, decidí ordenar y terminar con este momento embarazoso.

Alex se retiró para entregar nuestra orden a la cocina y volvimos a quedar solas con Cam y comenzamos con una larga charla para actualizarnos de estos cinco años separadas, me comentó que tomó clases de saxofón y me quedé estupefacta por la noticia, el jazz es uno de los géneros de música que más me atraen y me emociona más la noticia porque recién el año pasado finalice mis clases de piano, oh el piano, amo ese hermoso instrumento. 

Luego de una larga y entretenida charla con mi mejor amiga, llegó Alex con nuestros pedidos, Cam pidió unas papas silvestres en salsa agridulce acompañado de pechuga de pollo a la plancha.-Se vé delicioso- dije dándome cuenta que estoy con la boca abierta a punto de dejar salir baba de lo deliciosa que se vé la comida de Cam.

Luego Alex colocó mi pedido, una media costilla de cerdo en salsa BBQ con papas fritas, también se ve muy apetitoso a mi paladar, luego colocó dos Coca-Colas una para cada una, un momento... No recuerdo haber pedido bebida y por lo que noto en la expresión de Cam ella tampoco recuerda haber mencionado alguna bebida. 

-Cortesía de la casa- dijo Alex guiñandome el ojo provocando que mis mejillas se tornaran rojas.

-Oh Alex es un lindo detalle, pero no debería...

-Shh tranquila pequeño monstruo, acepta este detalle ¿sí?- dijo Alex con una tierna sonrisa.

-Bueno. Está bien- cedí causándole una expresión de dulzura y lego se retiró para atender unos nuevos clientes que habían llegado.

-¿Y ese quien es?- dijo Cam con una expresión acusadora y juguetona.

Me tomó por sorpresa, enseguida volví a ruborizarme, Dios ¿cuántas veces más me ruborizaré?-Oh, ¿él? Es solo un amigo y compañero de la Universidad- dije mientras tomaba una papa y la ponía en mi boca.

-Sí claro, amigo- dijo Cam aún con esa expresión juguetona.- Nunca he visto dos amigos que se ruborizan cada cinco palabras que el otro diga.

-Oh cállate idiota, parece que me vas a someter a un interrogatorio policial.- Arrojé para que me dejara de lanzar esas acusaciones sin sentido.

Alex y yo solo somos amigos...

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Lamento no haber podido subirlo ayer ;-; pasé ocupada toda la tarde en cosas de la casa. Pero espero subirles el capitulo 5 hoy en la noche, pero si no puedo lo compensaré lo prometo ;-;

Y diganme ¿Que les parece la amistad de Alex y Mery? ¿Cómo les está cayendo Camila? 

Déjenme sus respuestas en los comentarios, agradezco su apoyo ;)