Monster: You're my lucky one (OT12)

1. El comienzo

Regresa Ranamai con probablemente la historia que más ha disfrutado escribir.

¿Recuerdan Overdose?

Pues "Monster: You're my lucky one" comparte ciertas cosas, como los poderes de EXO y la OT12

Jamás había sentido tanta necesidad por compartir una historia.

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Kim Jongin había conseguido una importante beca para aprender y ser parte de un especial grupo de una de las mejores profesoras de piano del conservatorio donde estudiaba. Desde que tenía cinco años, pasaba todas las tardes sentado en un banco frente a un teclado blanco y negro. Era uno de los mejores intérpretes juveniles de la ciudad, especialmente porque había participado y ganado varios concursos importantes. 

Los padres del chico eran músicos que no habían podido ejercer y enfocarse en la música cuando eran jóvenes, por eso estaban tan orgullosos de que su hijo no sólo hubiera heredado sus habilidades, sino también una pasión tan grande por la música. Su desempeño era tan bueno, que le perdonaban si se pasaba el poco tiempo libre que tenía jugando en la consola o viendo películas, en vez de hacer algo más productivo como limpiar con más frecuencia su desastrosa habitación. 

El joven y talentoso pianista era, además, un muy buen estudiante, hábil con la tecnología y nunca daba problemas. Lo único que preocupaba un poco a sus padres, era su falta de interés por tener amigos o salir con ellos. Sus relaciones sociales solían ser más bien superficiales y se limitaban a las personas del conservatorio o unos pocos en su escuela. Pero Jongin parecía siempre feliz, metido de lleno en su mundo musical. 

Do Kyungsoo era un apasionado violonchelista. El gran instrumento de precioso sonido, hacía que su piel se pusiera como de gallina y le temblaban las piernas cuando conseguía un acorde perfecto. Era un chico sociable y exageradamente responsable. Había entrado relativamente tarde al conservatorio, con respecto a los demás jóvenes, pero era bastante bueno y se esforzaba siempre más que los demás. 

Sus padres no apoyaron su carrera musical en un principio y le aconsejaron que era preferible crecer como un chico normal, sin muchas presiones o responsabilidades. Pero terminaron por rendirse cuando el muchacho convenció a su abuelo de que lo apoyara. Le juró que haría cualquier cosa si le dejaban entrar a un curso de violonchelo. Con el tiempo, demostró su habilidad natural y terminó siendo aceptado en un prestigioso conservatorio, que su abuelo pagó con mucho orgullo al ver los esfuerzos que su nieto había hecho para tener una buena formación musical. 

Muchos años le había tomado perfeccionar sus habilidades. La música pasó de ser un gusto y una pasión a su prioridad en la vida. Kyungsoo quería ser un violonchelista capaz de presentarse en los mejores teatros del mundo. Como, además, estaba dotado de una bonita voz, terminó siendo parte del coro también. Pasaba la mayor parte del tiempo vinculando su vida a la música. 

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El conservatorio donde Do Kyungsoo y Kim Jongin estudiaban organizaba cada año un concurso interdisciplinar. Conjuntos entre dos y cuatro participantes de diferentes instrumentos podían participar preparando un pequeño concierto. Los ganadores recibían apoyo económico y publicitario para presentarse en diferentes ciudades del país y, algunas veces, oportunidades para tocar con músicos prestigiosos. 

Kyungsoo vio el concurso como la mejor oportunidad que tenía a su alcance para empezar su más grande sueño. De inmediato, se puso a buscar a los mejores intérpretes que hubieran y espiaba los ensayos de varios chicos y chicas que eran reconocidos por ser los mejores y buscaba conciertos juveniles para inspirarse.