Flying Up (ChanBaek)

Único "Flying Up"

Nota: OS de mi pertenencia (?) de la dinámica Entre Canciones y Letras del Grupo Universe, está bien feo lo sé ;-;

 Las letras cursivas entre las » « −comillas− resaltan sueños. Los <3 separan escenarios.

<3

Mis suspiros se convierten en blancas nubes,

y tu brillante mirada se convierte en el cielo.

<3

– No va a pasar nada Chanyeol.

– ¡¿Cómo eres capaz de pensar en algo como eso cuando estamos a más de dos mil pies de altura y con un riesgo del 95% de caer estrepitosamente y terminar convirtiéndonos en partículas más pequeñas que las cenizas del último ser que se atrevió a decirte pigmeo floriguito?! – gritó el muy alterado y mortificado gigante.

– Chanyeol, seguimos en la pista de abordaje. – Kyungsoo rodó los ojos y negó, sobándose las arrugas que empezaban a formarse en su blanquecina frente (arrugas que ni con ponds rejuveness se iban a poder esfumar).

Y Chanyeol, pues Chanyeol solo siguió aferrándose a la puerta como si esta fuera su madre, un árbol, Santa, un unicornio o un perro abandonado en la calle.

Patético, se dijo Kyungsoo.

Ya eran las 3 de la tarde y su turno para usar el simulador había empezado a las 2:30, durante esa media hora – desperdiciada, cabe resaltar, – Chanyeol no dejó a Kyungsoo siquiera respirar con normalidad, pues ni bien lograba librarse de sus largas extremidades sobre su debilucho cuerpo, este ya empezaba con los ataques de ansiedad y lo que muchos llamamos vértigo.

Pero en el caso de Chanyeol podríamos decirle fobia.

Acrofobia, para ser exactos.

Lo cual era absurdo teniendo en cuenta que ni siquiera volarían por el momento y lo más alto que subirían serían las escaleras del avión.

–Chanyeol, te sueltas o te suelto. –amenazó.

Cuando el bajito vio al más alto aún sujeto al marco de la puerta a pesar de su muy obvia advertencia (por dios, hasta usó la mirada que le daba a TaeOh –su adorable sobrinito– cuando este no se comía las verduras y pasaba directamente al postre ¡¿debía ser más obvio, acaso?!) se dijo que Chanyeol no le iba a hacer caso y que tendría que usar la fuerza bruta, otra vez.

–Oblígame.

Y Kyungsoo, pues Kyungsoo lo obligó.

Primero lo golpeó en la cabeza, el rostro y el pecho, y procedió a morderle el brazo y escupirle cuando este aún se resistía. Inclusive le pateó las pantorrillas y pellizcó sus genitales y el idiota de grandes orejas aún seguía sin soltar el pinche soporte/tubo/semi palo golpeador de parejas felices ese, como la persona desesperante que solía ser. Sin más opciones y con una nueva arruga en la frente, recurrió a aquel ente a quien Chanyeol nunca le decía que no, aunque este le obligara a lamer el suelo lleno de ácaros, bañar a Bacon –alias endemoniada bola de maldad con más pulgas que amor en su corazón− o en el peor de los casos, hacerle ir a conciertos de heavy metal, lleno de maleantes y gente de mala muerte como su persona:

– ¡Taeyeon! ¡Llévate a tu jodido saco de papas antes de que lo flagele!

– ¡Que no es mi jodido saco de papas, chingu!

Lo siguiente que supo Chanyeol fue que su hermanastra estaba halándolo de las orejas −haciendo que suelte el barrote de metal−, diciendo algo de acusarlo con sus otras 8 hermanas (cuando Yuri se entere que has estado acobardándote otra vez, te meterá sus nuevas lucecitas guías por el culo, orejotas) y golpeándolo en sus algo flácidas nalgas al mismo tiempo. Chanyeol en serio se arrepiente de no haberse mudado –o suicidado− cuando su madre empezó a casarse con cuanto hombre se lo propusiera, especialmente cuando se casó con el Sr. Kim, el padre de Taeyeon.