La prueba De Las Palabras (Pausado)

Lo Hice Feliz (1)

Gracias por sus leídas, votos y comentarios. Sí viviera con ustedes hasta los besaria, celebrando el tercer domingo del mes. ¡Feliz día del padre! Y también a todas las madres que han sido madre y padre a la vez. ¡Felicidades!

—Vaya... Lo había olvidado. —Dijo Naruto en un tono con melancolía —Así que fue así como lo conocí, después de todo no fue un sueño.

—No, no lo fue. —La mujer había puesto pausa a la lacrima. —Y ahora quiero que digas: "Lo hice feliz". Ese fue el trato.

—Espere, ¿Porque no proyecto la vez en la que a Gaara se le subió una araña?

—Ara-ra-ra... ¿Así que lo recuerdas? —La misteriosa voz sonaba algo sorprendida, pero aún así no perdía ese toque elegante, amable, tierno y maternal que tenía.

—¡Por supuesto que lo recuerdo!

—Toca la lacrima... —Ordenó sin sonar a orden.

Naruto se levanto del sofá y camino hacia la lacrima que estaba frente a él, tocandola, de inmediato emitió una luz blanca realmente segadora, el Uzumaki se vio forzado a cerrar los ojos y apartarse de inmediato.

Cuando la luz se calmo, se comenzó a escuchar las voces que Naruto recordaba, todo estaba ahí.

~—~—~—Flashback—~—~—~

Todos salieron corriendo, huyendo de Gaara, aunque él no les haría nada, pero sabía que eso los detendría por un tiempo y que no molestarían a Naruto, se dio media vuelta, conectando su mirada con la de Naruto, sus miradas, una mostraba vergüenza por lo que hizo y la otra sorpresa.

—Tú... ¿Te hacen lo mismo? —Se atrevió a preguntar el Uzumaki cuando la arena lo soltó. El pelirrojo sólo asintio. No pregunto más, sabía como se sentía, tan sólo un abrazo de apoyo fue lo que le dio —Lo siento mucho, se como se siente. —Naruto acaricio el cabello rojo que se movía con el viento helado de ese día, Gaara no soltaba ni una sola lágrima, no quería llorar.

—Estoy bien, más bien creo que eres tú el que la pasa mal.

—¡Por supuesto que no! Yo estoy muy bien...

Naruto miro detrás de la espalda de Gaara, no se había cuenta, ¿Desde cuando cargaba esa calabaza? ¿O era otra cosa? Era tan extraña, y dentro, se veía como la arena se retorcia. La arena danzaba en ese poco espacio, tal y como las hojas caían en otoño y danzaban por el aire, aunque está arena, era un poco más... Escalofriante.

—Naruto... —Gaara jaló un poco de la camisa de Naruto, pues este tenía toda su atención en esa calabaza que era enorme, no se explicaba como alguien tan pequeñito podía usarla y llevarlo como sí no fuera nada —Naruto... Comienzo a tener un poco de frío y sed. ¿Te parece sí vamos por algo a tú casa?

—¿Eh? Ha, sí, claro. Vamos. —Entonces Gaara comenzó a moverse de forma extraña —¿Que te pasa Gaara? ¿Porque bailas así?

—Hay algo, algo está... Tiene muchas patas —Gaara se escuchaba nervioso y asustado, se atrevió a mirar su cuerpo por debajo de la camisa, claro que por la abertura del cuello, y lo primero que vio fue una cara horrible.

—¡¡¡Aaaaahhh!!! —Gaara lanzó un grito aterrorisante, Naruto se asusto —Quitate, vete, chu, chu, largo, déjame, vete, vete, vete, vete.

—¿Que pasa? ¿Que te pasa? —Pero Gaara lo ignoraba mientras seguía queriéndose quitar esa araña —¡¡CALMATE!! —Gaara paro en seco cuando escucho a Naruto, respiro lentamente, subiendo y bajando su cuerpo. —Te voy a ayudar, relajate.