Recordare perfectamente aquel dia, fue un uno de Diciembre. Hacia frio, habiamos quedado para salir varias amigas. Ella llevaba un gorro, que le quedaba genial con su nuevo pelo corto. Estaba muy mona, el frio le habia echo enrojecer los labios y las megillas.
Nos saludamos con dos besos, como siempre, pensaba que seria un dia normal, ahi que equivocada estaba.
La noche transcurrio normal, bebimos, bailamos, reimos, estabamos bastantes borrachas.... Ibamos cerrando de bar en bar, decidimos tomarnos la ultima copa en casa de Sara.
Siempre he estado interesada en los olores de las casas, mientras mas de confianza sea la casa de la persona a la que visitas, menos extraño te olera. Nadie sabe como huele como su casa, ni la de tus familiares mas cercanos, asi pues depende del amigo notaras el olor o no.
Me sente en su sillon, aquel sillon en el que botamos de pequeñas, compartiamos secretos en la puberta, y pasamos la resaca en la adolescencia.
Charlamos un rato y todos se fueron llendo, yo aquella noche dormiria ahi, no queria que mi madre viera como estaba.
Fui al baño, pero ya estaba ella, de improviso, y sorprendiendome, como siempre echo el pestillo. Me aplasto contra la puerta y me beso apasionadamente, fue magico, como la primera vez, entonces decubri que la queria, que aquella rubia de ojos azules y ropa oscura me habia robado el corazon, de que queria mirar esos ojos cada dia del resto de mi vida, que necesitaba escuchar su voz, para sentirme viva, que estaba enganchada a esa droga llamada Maria.
Despues se sento en la bañera y lloro y lloro, no hacia falta preguntarle el por que, lo entendia todo.
Le abrace y le dije:
- Si tu me dejas, estoy dispuesta a frontar el mundo junto a ti.- No obtuve respuesta, no la necesitaba, no iba a permitir que el mundo de Maria se desmorora, no me caeria junto a ella, le ayudaria a no caer, esta chica se habia convertido en parte de mi, de mi corazon , de mi alma, de mi ser.
Maria....