Ante una situación de conflicto podemos encontrar dos tipos de personas: Los que la enfrentan y los que huyen. Es una respuesta básica del organismo producida por nuestro sistema simpático, se libera adrenalina que llega a través de nuestra sangre hasta el corazón acelerando su frecuencia y fuerza de contracción, comenzamos a sudar, incluso nos pueden dar ganas de vomitar. Pues bien, con esto no tengo por qué estar refiriéndome a una pelea, o a encontrarnos de frente con un león. Esto se aplica a los pequeños problemas dela vida, donde algunos sólo se quedan con el problema y lo mal que les va; mientras que otros buscan una solución o, al menos, intentan averiguar qué es lo que está yendo mal.
No tenemos que encasillarnos en un lado u otro, todo dependerá de la situación de cada uno, que así se actuará. Sin duda, yo soy un poco de ambas, pues cuando pienso que soy una cobarde en los enfrentamientos sociales, a veces me sorprendo a mí misma pudiendo ser positiva y encontrando las soluciones que me hacen falta. Si tienes un mal día, tendrás una clara disposición a verlo todo negro; o que el problema sea tan grande que te sobrepase. Es normal, somos humanos y no siempre podremos presumir de habernos enfrentado aun león.
Y... Aunque tuviera súper poderes, yo correría tan rápido como mis piernas me lo permitieran.
¿Y tú? ¿En qué lado estás?
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Mis pensamientos
Ngẫu nhiênEsta obra ha nacido de manera prematura, pues en el mar de mi locura aún le quedaban unas cuantas tempestades para madurar. A veces, por acontecimientos de la vida debemos actuar en consecuencia, y aquí estoy. Exponiendo algunas de mis reflexiones p...