Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)

Cap 22: Celos

- ¿Que? -dije a punto de llorar-. No... No -dije meneando la cabeza. No podía creer lo que mis oídos escuchaban.

- Ella cayó al suelo y después vi como una chica fue corriendo hacia ella... eras tú -dijo con la voz temblando.

No, es imposible.

- ¡Eres un bastardo! -grité con los ojos de lágrimas mientras que él se quedaba callado- ¡¿como pudiste!? -grité llorando, fui caminando hacia él con ganas de golpearlo pero sentí unos brazos encima mío, por más que quería que me soltara me sostenía muy fuerte- ¿¡COMO PUDISTE!? -grité a todo pulmón. Me iba a dejar caer al suelo pero aquellos brazos me sostenían para que no me cayera.

No podía creer lo que decía, él tiene la culpa de que mi hermana haya muerto. Tenía ganas de tirarme encima de él y golpearlo hasta matarlo pero... yo confié en él y eso fue lo que más me dolió, él no fue capaz de querer decírmelo, hubiese preferido que él se haya parado firme y que me lo diga a que me cuenten otras fuentes.

Escuché a Maggie gritando y a Beth llorando, levanté la vista y vi que el Gobernador había degollado a Hershel.

- ¡No! -gritó Rick. Entonces todos comenzaron a disparar.

La persona que me tenía me tiró al suelo y se puso encima mío, por fin pude ver de quien se trataba y era Daryl. Ya me lo imaginaba. Él también comenzó a disparar, pero por más que yo también debía, estaba destrozada en el suelo. Alex y Alina no sé a donde se fueron pero ya no estaban. Escuchaba al tanque entrar a la prisión y también ciertas explosiones en algunas partes.

A lo lejos pude ver a algunos hombres entrando, junto con el tanque obviamente, a pesar de que Daryl disparaba a otra parte. No dije nada y me levanté del suelo con la ametralladora en mano, me escondí detrás de la pared y comencé a disparar a los hombres que entraban. Por más que haya estado destrozada tenía que levantarme y seguir.

Todos comenzaron a dispararme, yo escondí detrás de la pared y esperé a que ellos dejen de disparar, después otra vez salí y seguí disparando hasta que pude ver que alguien más estaba disparando a los hombres, miré a mi izquierda y pude ver a Daryl disparando. Seguí disparando a los hombres hasta cuando me di cuenta que los caminantes comenzaban a entrar a la prisión.

Sin que me haya dado cuenta Daryl tenía agarrado el cuerpo de un caminante que lo usaba como escudo mientras avanzaba, los hombres comenzaron a dispararlo y yo a ellos. Logré darle a uno, Daryl tiró una granada y ellos se escabulleron pero ésta estalló antes de que hayan podido irse.

Salí de mi escondite y fui donde Daryl. Habían caminantes por todas partes, golpeé a unos dos con la ametralladora al igual que Daryl. Él mató a un caminante y tiró la ametralladora, sacó una granada y la metió dentro del tanque.

- ¡Granada! -gritó alguien dentro del tanque. Un hombre salió y saltó del tanque, éste estalló en llamas y el hombre se levantó mirando como quedó el tanque, cuando se viró se topó una grande sorpresa.

Lo tenía apuntado con la ametralladora, el hombre me miró con compasión y levantó la mano, en señal de que no haga nada. Di un paso y lo disparé, después vi como apareció Daryl. Detrás de mi escuché a alguien corriendo, por lo que me di vuelta y pude ver a Beth viniendo hacia nosotros.

- Estaba buscando a los niños para subirlos al bus -dijo atareada.

- Tenemos que irnos Beth. Tenemos que irnos -dijo Daryl.

Los tres nos echamos a correr y salimos de la prisión.

(...)

Han pasado algunos días y podía aceptar que sí me sentía celosa. Celosa de que Daryl le preste más atención a Beth que a mi, supongo que todo el tiempo que fue amable conmigo fue para poder acostarse y pura ilusión, así que es mejor tratar de olvidarlo.