Una cacería de aves

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hola patitos salvajes quiero decir que hace un año que no escribo y que no me anda las tildes para poner en los títulos, mil perdón por no subir un CAP es que estoy muy cansado.
Empiezo

Los náufragos necesitaban muchas cosas, pero lo más urgente era conseguir alimentos y para eso debían cazar algún animal.
-Spilett se quedará vigilando y esperando a Nab. Nosotros vamos de caza, Harbert -dijo el marino apenas se despertó-. Encontraremos armas y municiones en el camino.
Y con esta intención, ambos remontaron la orilla del río y llegaron al bosque. Como había planeado Pencroff, cortaron dos ramas y afilaron sus puntas sobre una roca. ¡Qué no habrían dado por tener un cuchillo! Pero no : estaban solos y sin nada frente a la naturaleza.
El camino era difícil y desconocido y, por prudencia más que por temor, los dos cazadores avanzaron lentamente. Ya habían visto huellas de grandes fieras, de las que debían cuidarse. Pero en ninguna parte encontraron rastros humanos, ni marca de hacha sobre un tronco, ni los restos de un fuego apagado.
Después de unas horas, en las que intentaron sin éxito cazar alguno de los pájaros que volaban en el bosque, descubrieron una bandada de tetraos. Eran aves tan grandes como las gallina y Pencroff decidió que no volvería al campamento sin una. Aunque lograrlo sería difícil porque, cada vez que se les acercaban, las astutas gallináceas escapaban. Al fin, y después de varios intentos , el marino anunció :
-Ya que no las podemos cazar, las pescaremos.
-¿Como a peces? -preguntó Harbert, sorprendido.
-Sí, como a peces -contestó Penctoff, seriamente.
Habían descubierto algunos nidos de tetraos y el marino imaginó que sus dueños volverían para seguir empollando los huevos. Entonces cortó cañas y les ató unas gruesas espinas de puntas encorvadas. Y en esos anzuelos improvisados ensartó la cebada :unos gusanos bien gordos. Harbert, mientras tanto, lo observaba con interés pero dudando del resultado. Sin importarle la opción del muchacho, Pencroff colocó la caña cerca de los nidos y ambos se ocultaron. Solo faltaba esperar pacientemente,
Había transcurrido media hora cundo varios tetraos se acercaron. Estaban picoteando el suelo, sin notar la presencia de los cazadores ni de la carnada, cuando Pencroff tocó apenas las cañas y los gusanos se movieron, como si estuvieran vivos. Las sacudidas llamaron la atención de las gallináceas, que mordieron los anzuelos.
Pencroff salto de alegría :habían cazado tres tetraoas. ¿O deberíamos decir ″pescados′′? Harbert aplaudió. Era la primera vez que veía cazar pájaros con caña y anzuelo, y aquella sería para él una experiencia inolvidable.
El día empezaba a declinar y ambos cazadores, felices por el resultado de su tarea, emprendieron el regreso.

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Al fin subo otro CAP XD
Asta la próxima

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