Capitulo 1: Donde todo comenzó
—No pueden estar juntos, es ilegal— repetía una y otra vez la señorita Valentina.—
—Pero no es justo en lo absoluto —proteste— si dos personas se quieren no debe haber nada que pueda separarlos.—
—Pequeña... Entiende, tu tienes doce y él tiene dieciséis. Son cuatro años de diferencia, pequeña, cuatro. —decia mientras apuntaba algo en la hoja que estaba encima de su escritorio.—
—Esta bien, esta bien. —levante mis manos en forma de derrota — me voy, gracias — y salí de su oficina.
No podía creerlo, no podíamos estar juntos. No podía estar junto a Ethan.
Era imposible, aunque llevábamos seis meses, lo queria mucho, demasiado. Mientras iba camino hacia el aula de matemática, lo vi caminando por uno de los extensos pasillo de la escuela.
—Ethan.. —mi voz sonaba frajil, él me miró sin ningún tipo de expresión en su rostro
—Lo sé, a mi también me lo dijeron —su mirada dolía, él siempre me brindaba una mirada llena de cariño y ternura, pero esta vez era diferente, su mirada era fría e ilegible
—Yo...—mi voz sonaba entrecortada— Solo queria decirte que... Quizá solo fueron seis meses. Mucha gente diría que no puedes lograr sentir algo intenso por una persona en tan solo seis meses , pero yo te quiero mucho, tanto así como para confundirlo con amor y que cada palabra que dije, no fue en vano, sinceramente tenia miedo a enamorarme y crei que nunca me enamoraría de alguien, pero me equivoqué. Yo...me enamoré de ti —dije mientras trataba de no desmoronarme ahí mismo, sabía que si dejaba caer una lágrima, las demás no dudarían en salir. Y me di la vuelta dispuesta a salir de ahi. Pero Ethan tomo mi brazo impidiéndome salir corriendo del lugar
—Jess... Yo... De verdad lo siento, esto no deberia terminar así... —dicho esto el depositó un fugaz beso en mis labios, lo cual hizo que el sentimiento de dolor se intensificara
poco a poco.
Caminé hacia donde estaba Carter, mi mejor amiga, extendí los brazos y ambas nos fundimos en un profundo abrazo
—Pequeña... —decia mientras trataba de consolarme— todo va a estar bien.
—Carter... Esto no esta pasando, por favor dime que esto es una broma, porfavor Carter... —mi voz sonaba suplicante.
—Jess, esto es sólo algo pasajero, no puedes llorar por alguien que sólo conociste hace seis meses... —Carter acariciaba mi cabello para lograr calmarme, pero sus intentos fueron en vano.
Tocaron el timbre, Certer y yo nos fuimos juntas hasta la salida de colegio. En el camino a casa no podía dejar de pensar en Ethan, su sonrisa, su dulce voz, su mirada tierna y cariñosa, sus caricias, su besos, todo... Sus recuerdos invadían mi mente, no podría acostumbrarme a estar sin él.
Llegué a casa y mire el rejol que marcaba las 13:47 pm, para mi suerte, no había nadie, caminé hacia la cocina a por un vaso de agua y había una nota en el refrigerador que decía; "Sali con tu padre , llegaremos tarde y tu hermano hoy se quedará a dormir en la casa de uno de uno de sus amigos. Tu comida esta en el horno, te quiere; mamá 💙"
Genial, tengo la casa para sólo para mi —pensé— subí a mi habitación y cerré mi puerta con seguro —lo cual era un poco idiota de mi parte tomando en cuenta de que estaba sola— y me encerré en el baño de mi habitación, me di una larga y relajante ducha de agua caliente al terminar, aun envuelta en la toalla, me recosté en mi cama, sientiendo el suave roce de las sabanas blancas en la piel que quedaba expuesta en mis hombros y piernas, y poco a poco mis ojos se fueron cerrando lentamente hasta quedarme dormida
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Mierda —exclamé al ver la hora que marcaba el reloj digital que se encontraba arriba de mi mesita d
Me vestí —ya que al despertar aun seguía solo en toalla— al salir de mi habitación me di cuenta de que aun estaba sola, la casa estaba en completo silencio, un silencio placentero que te hacia sentir reconfortante. Pero todo esto acabó cuando oí que el timbre comenzaba a sonar, esa odiosa melodía me tenia harta.
Asi que mientras caminaba hacia la puerta rompí el aparato que emitia esa maldita melodía. Abrí la puerta y me encontré con Carter
Que estas haciendo aqui? —espete al verla parada ahi
Queria saber como estas —dijo tranquilamente mientras entraba y se sentaba en el sofá negro que estaba en una esquina de sala de estar
Estoy bien —trate de sonreír, pero fue en vano, en lugar de sonreír solo hice una mueca—
Ella negó con la cabeza
Se que no estas bien, boba —se levantó del sillon— tu mirada lo dice todo, además te conozco perfectamente como para saber que lo único que hiciste al llegar a casa fue darte una ducha y dormir —ella se miraba las uñas
Yo solo me limité a asentir con la cabeza
—Lo sabia, bueno Jess me voy, solo quería saber como estabas y asegurarme de que no hubieras hecho una estupidez —me abrazó y depositó un suave beso en mi mejilla derecha
—Bueno Carter, nos vemos mañana, te quiero — y ella se fue, dejando nuevamente la casa en completo silencio.
