Capítulo 13 Bella se fue

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NOTA: CUANDO APAREZCA * ES UN PENSAMIENTO.

Edward POV:

Bella: Ya es suficiente, esta noche nos iremos.

Stefan: Perfecto.

Edward: Bella, no puedes irte.

Y ella se fue, no pude ir tras de ella, los demás me detuvieron, pero ella se volvió a ir sin mí, cuando por fin mi eternidad parecí tener esperanza y ella apareció juraría que si hubiese tenido corazón hubiera vuelto a latir, cuando la vi ese día en la cafetería mi mundo dejo de girar para darme cuenta que enfrente de mi estaba el amor de mi vida, de mi existencia, mi mundo, el cual creía que estaba muerto sin ella, ya de eso un siglo, cuando fui capaz de moverme he ir tras de ella y jamás dejarla que se valla de mi lado. Su mente era un caos total, lo olvidaba me había visto con Tanya y ahora tenía una idea un poco equivocada, quizás estaba con Tanya pero no la amo, porque nunca deje de amar a Bella, Salí corriendo tras de ella.

Me causaba dolor y una rabia inigualable.

Edward: ¡Mi bella! ¡Mi amor!

Y ella no se paró solo siguió caminando, llevaba a esa chica de cabello rubio sujeta de la mano, y por lo que había leído en su mente era su hermana y se llamaba Rose.

Rose: Bella, me estas lastimando.

Bella: Rose, es hora de irnos, tendremos el nuevo comienzo que quieres en otro lugar, este no es de mi agrado. Vamos tenemos que marcharnos ¡AHORA!

Todavía estaba en un shock ¿Será ella?, ¿Será mi bella?, pero ella murió hace tanto, pero es un vampiro, puede ser realidad.

Bella: Rose, es hora de irnos.

Rose: Si Bella.

Pero yo no quería que se fuera de mi lado una vez más.

*Rose: Bella, hermana, cálmate, ellos vienen tras nosotras, ¿Que haremos?

*Bella: No te preocupes, Rose, yo me encargo, activa tu escudo mental y físico, ¡ahora Rose!, y por nada del mundo te metas, ¿Entendido Rose?

*Rose: Entendido.

Emmett: Oye tú, la castaña, espera tenemos que hablar.

Gracias al cielo mi hermano Emmett me dio tiempo de alcanzarlas, pero no podía creer que ella negara que nos conociéramos.

Bella: En lo que a mi refiere no te conozco, y por lo tanto no tengo nada que hablar contigo.

Emmett: Yo no pero Eddy sí.

Bella: Eddy, no lo conozco y tampoco me interesa hablar con él.

Edward: Bella, no me recuerdas soy Edward.

Bella: Disculpa, yo al Edward que conocía, era mi prometido Edward Anthony Masen y tú eres un total desconocido para mi señor Cullen.

Edward: Bella por Dios soy yo.

Y lo único que pude hacer fue sujetarla del brazo, pero tan pronto como lo hice ella me sujeto y me arrincono en el edificio estaba seguro que me podía matar y que quería hacerlo, pero no me importaba, sería una bendición morir entre sus manos, sería un sueño, una forma de tocar el cielo.

Bella: No me vuelvas a tocar en tu vida, o te juro que terminaras destrozado.

Edward; Bella, amor. ¿Qué te sucede?

Bella: Ni soy Bella para ti Cullen soy Isabella, y no soy tu amor.

Rose: Bella, hermanita, por favor suéltalo, lo vas a lastimar.

Después de esto me soltó, y el lugar donde me sujetaba se sintió vacío sin su tacto, su piel era algo que necesitaba.

Bella: Rosalie, es hora de irnos.

Rose: Si Bella.

Alice: ¡Hey! ¡Espera! Tenemos muchas cosas de que hablar, te he visto en mis visiones y seremos grandes amigas en un tiempo.

Bella: lo sé, yo también la tuve, pero el futuro cambia y yo lo cambiare, así que adiós.

Y ella se fue, en cuestión de horas regreso, parecía que iba a destrozarnos, y sabía que era capaz, Bella era una vampira con poderes espectaculares, era única, eso yo lo Sabía. Los días pasaron y mi hermano Emmett y Rose se habían enamorado, me alegraba por ellos, Bella había aceptado su amor y por lo tanto quedarse un tiempo en Forks, yo podría reconquistarla. Esa tarde en el patio trasero fue el mejor momento de mi existencia vampírica, probé la tentación de sus rojos y suaves labios, al principio fue un beso lleno de ternura y después se convirtió en un beso apasionado lleno de desesperación, pasión y amor.

Edward: Perdóname, te amo, necesito estar cerca de ti y tu solo me alejas- tal vez me lo merecía.

Bella: Tú tienes la culpa de que yo te aleje- me reprocho.

Edward: Lo sé, y estoy tratando de corregir mis errores, pero tú simplemente no me das la oportunidad de hacerlo-

Bella: Sólo me protejo- susurro.

Edward: ¿Protegerte de qué?- Pregunte.

Bella: De ti.

El hoyo negro donde se supone estaba mi corazón dolió como nunca había dolido.

Edward: No tienes por qué hacerlo, jamás te volveré a lastimar, te amo, te amo... te amo... necesito tenerte junto a mí- de pronto me vi besándola sin ni siquiera ser consciente de ello.

Bella: Tengo miedo-

Edward: ¿Miedo de que?

Y Rose llego en ese momento, y dijo las palabras que cambiarían mi vida para siempre, fueron las peores palabras que se han dicho en este mundo.

Rose: Bella, hermana, lamento interrumpirte, pero sucedió algo.

Bella: ¿Que pasa Rose'?

Rose: Creo que tenemos visitas que te gustaran.

Bella: ¿Quién es Rose?

Rose: Averígualo tú.

Camine tras de Rose y Bella hacia el patio principal y en se encontraba un chico de escaso 19 años, vampiro sin duda, pero no comprendía que hacia aquí, y por qué a mi Bella le importaba.

Rose: Mira ahí está.

Bella: ¿Eres tú de verdad?

Chico: Claro amor, ¿Que esperabas? ¿Que no regresara?, te he extrañado, aparte me la pusiste difícil, yéndote del continente sin avisar.

Bella: No lo puedo creer eres tú.

Chico: Claro princesa, y no piensas darme un abrazo, porque yo si te he extrañado.

Salió corriendo hacia él, y lo abrazo con tal intensidad que sentía ganas de ir hacia el chico y destrozarlo, sus pensamientos eran horribles, en el salía MI Bella, en momentos de su vida que yo hubiese querido estar.

Chico: Espera me lastimaras, yo también te extrañe amor.

Bella: Yo también corazón.

Edward: ¿Y tú eres?

Chico: Mi nombre es Stefano, y soy novio de Bella.

Edward: ¿Que tú eres qué?

Fueron las palabras más detestables de mundo, cuando el tal Stefano dijo eso sentí el impulso de destrozarlo y acabar con él, definitivamente era el ser que más ODIABA en el mundo, y hare todo lo que este en mis manos para destrozarlo, pero todo cambio el día en que Bella dijo que se iría, y así fue, sin decir nada más, y ahora estoy aquí destrozado, sin la razón de mi existir, y lo que es peor con Stefano.

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Un siglo sin tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora