Capítulo 24

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Durante el camino a la casa de Alexander no hablamos, no podía hablar estaba demasiado nerviosa, puede que conozca a los padres de Alex, se que ya los conocí cuando era pequeña, pero lo olvide. Quiero recordar todo, pero creo que no lo podre hacer sola.

Al llegar a la casa nos encontramos con un mayordomo de nombre Jefferson, el cual se llevo nuestras cosas al segundo piso y nosotros caminamos hasta el salón, al parecer solo habían mucamas en la casa.

-Siéntate Lucy- Dijo Alex indicándome uno de los sofás.

-¿Y tus padres?

-Puede que estén en las oficinas del consejo- Dijo mientras sacaba una botella de un estante y ponía el liquido en una copa- Bébelo- Me entrego la copa.

-Está bien- Bebí el contenido, estaba demasiado amargo.

-No pongas esa cara, esto hará que esa marca desaparezca en un par de horas.

-Lo siento, es solo que esta demasiado amargo- Alex soltó una carcajada.

-Los vampiros jóvenes lo sienten amargo, yo en cambio lo siento dulce.

-¿Eres un anciano?-Dije con una pequeña risa.

-No tanto, pero ya tengo 18, así que técnicamente no soy un vampiro joven.

-Te quedan solo dos años de soltería... ¿Tus padres ya decidieron a tu esposa?

-Ellos quieren que yo escoja a mi esposa...

-¿Pensaste en quien será la afortunada?

-Lucy...- Dijo llamándome.

-¿Qué pasa?- Pregunté observándolo. Alex se sentó a mi lado.

-¿Te... gustaría... ser... ser mi novia?- Preguntó tartamudeando.

-A... Yo...- Casi no me salían las palabras por los nervios- Me... Me encantaría- Dije al fin con una sonrisa.

-Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo... Te quiero- Dijo con una sonrisa aun más grande que la mía.

-También te quiero- Le dije al tiempo que acorté nuestra distancia y lo besé.

De pronto una tos falsa hizo que nos separáramos, era una mujer muy hermosa que estaba en la puerta observándonos con una sonrisa, tenía el cabello negro, como el de Alex, ojos verdes, labios rojos y una piel pálida; llevaba una blusa morada, una falda de tubo negra, tacones negros y una carpeta roja en sus manos.

-Mamá, ¿Hace cuanto estas allí?- Habló Alexander poniéndose en pie, gesto que repetí.

-Solo unos segundos, no escuche nada, tranquilos- Dijo con una sonrisa- Oh Lucy, estas tan grande y estas hermosísima- Hizo una pausa de unos segundos- Es cierto, no sabes quién soy... Me llamo Liliane Hampton, pero puedes llamarme Lily- Dijo con una sonrisa.

-¿Qué pasa aquí?- Preguntó un hombre vestido completamente de negro y con una barba que lo hacía ver de unos 30 años, era parecido a Alexander, tenía sus mismos ojos color caramelo, pero este hombre es rubio.

-¡Querido!, ¡Mira, es Lucy!- Dijo muy emocionada la señora Liliane.

-¿Lucy?- Dijo con un tono algo emocionado- Que grande estas, te has vuelto una mujer muy hermosa- Al parecer el hombre notó la confusión en mi rostro, ya que agregó- Mi nombre es Raymond Lowell, soy el padre de Alex.

-Es un placer conocerlos- Dije con un poco de vergüenza- Siento mucho no recordarlos- Bajé la vista al piso.

-Tranquila Lucy, no hay problema, nosotros sabemos tu pasado y lo doloroso que fue para ti perder a tu padre, pero no importa si nos olvidas un millón de veces, nosotros siempre estaremos contigo- Dijo la madre de Alex- Además, eres la única que ha entrado en el corazón de mi pequeño Alex.

Lucy, the Vampire [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora