Unknown Known 2: Rose |BTS|

Capítulo 25

—De seguro cocinas muy bien Rebecca...— añadió Madison con una sonrisa burlona mirando fijamente a Rebecca a los ojos.

—La tercera guerra mundial...— susurro Tae Hyun hacia JiMin.

—Sí. — le respondió JiMin ha Tae Hyun.

— ¿Quién crees que gane? — susurro Tae Hyun.

—Mejor cállense. — exclamo JungKook quien estaba más que fastidiado.

En eso escuchamos un aplauso, cuando miramos de dónde provenía se trataba de Madison quien mantenía sus manos juntas con una sonrisa en sus labios.

— ¡Esta decidido! — exclamo. —La próxima vez cocinara Rebecca...

— ¡¿Qué?! — todos se sobre exaltaron.

Rebecca estaba recostada en la mesa, creo que murió...

—Bien comamos...— exclamo Madison.

Y digamos que este round lo gano: ¡Madison!

***

Deje a Madison y a JiMin en la cocina, lavando los platos, de mi cuarto saque mi nueva SIG y me puse mi collar con las placas que me regalo mi hermano y en mi dedo anular el anillo que me dio Yoon Gi. Mis dos objetos más preciados.

Mire la TV antes de salir, sonreí al recordar aquellos momentos que pase con Yoon Gi aquí. Aunque este no era mi hogar, no es el bunker original, aun así aquellos recuerdos que cree en ese lugar siguen guardados en mi menta...

—Bueno...— susurre para mí misma.

Guarde mi SIG en el estuche que estaba en mi cintura y abrir la puerta, al pasar por la cocina vi a Yoon Gi que ayudaba a Madison y a JiMin a ordenar todo.

Me escaparía sin que él se diera cuenta, aquí no había ningún elevador, por lo que salir del bunker era más fácil.

***

Después de la cena, cada uno se fue por su cuenta, yo salí del bunker 2 ya que sentía una pequeña inquietud. No había visto a Kevin en todo el día.

A lo lejos vi a Rebecca quien ingresaba a la armería a toda prisa, asi que fui a verla, para preguntarle sobre mi hermano, aunque al llegar a la puerta vi como ella estaba tirando una pistola al piso.

—¡Maldición! — grito frustrada.

—¿Re-Rebecca? — pregunte confundida.

Ella volteo a verme, su mirada parecía la de un demonio queriendo asesinar a su victima.

—¡Rebecca! — grite alarmada.

—Ah...— suspiro. —Eras tú...

Vi como su rostro cambio de inmediato y se calmó un poco. Ingrese a la armería y me acerque poco a poco a ella, no estaba segura si este era un perímetro despejado con Rebecca en ese estado. Me puse de cuclillas y recogí su arma que tiro.

—¿Por qué la tiraste? — le pregunte.

La limpie un poco y empecé a revisarla.

—¡No funciona! — grito desesperada. Volviendo a sorprenderme, al parecer estaba en una faceta de mal carácter.

—¿Segura? — fruncí el ceño.

—Ya lo intente...— suspiro frustrado.

Hasta que me di cuenta de un gran detalle, le quite el pestillo de seguridad, estire mi brazo, apunte y jale del gatillo.