Prólogo

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Supongo que cada uno tiene su destino. A cada uno le toca lo que le corresponde, aunque a veces no se lo merezca. Por ejemplo, probablemente nunca gane la lotería , ni viaje a un sitio tan precioso como España, ni escriba un libro que inspire a millones de personas, ni gane  un Oscar. Pero considerando todas estas ímprobabilidades, seguramente que a mí no me ocurra ninguna. Yo podría haber sido cientifica. Podría haberme casado con Niall Horan o haber viajado a Saturno. Pero mi destino fue diferente. Acabé huérfana, separada de mi hermano a los 12 años de edad.

Lamentablemente después de la muerte de mis padres, Nathan se mudó a Miami a una casa de acogida mientras que  a mi me obligaron a separarme de el e irme a California. Mi relación con la familia Hastings no era bastante buena, tenían dos hijas (gemelas), las cuales por alguna razón me odiaban y pasaban de mí en el instituto. La verdad no me daban buena espina, eran totalmente diferentes a mi, ellas siempre estaban rodeadas de gente, yendo a  fiestas y pésimas con sus notas, mientras que a mí me gustaba mas ir a mí rollo, escuchando mi propia música y por mas que me llevase mal con los profesores y siempre hablaba en clase, mis notas eran perfectas.

Cuando empecé a entenderme mejor con Leah y Laila ya era un poco tarde. Nathan me llamó diciéndome que ya había encontrado la casa perfecta para nosotros y pronto podría  volver a Seattle. Seguramente que no diga esto nunca mas pero... creo que echaré de menos a las gemelas (obviamente ellas me extrañarán mas, al final acabaron contándome todos sus líos amorosos y la verdad que eran muy interesantes), prometimos que haríamos FaceTime todas las noches y que vendrían a Seattle a verme pronto. La señora y el señor Hastings me ofrecieron quedarme en California, aunque por otro lado entendían que quisiese volver a estar con mi hermano ya que era la única familia que me quedaba. Pensé varias veces en quedarme, pero echaba de menos a Nathan, así que le comenté mi decision  a los Hastings y todos me sorprendieron diciéndome  que me extrañaran y que vuelva cuando quiera.

Mis ultimas semanas en California, fueron geniales. El instituto había acabado así que las gemelas y yo, estábamos siempre en casa viendo series o a veces saliamos de compras de verano. En mi ultima noche me ayudaron hacer las maletas, y por alguna razón todas  acabamos con lagrimas en los ojos. Se podría decir que yo soy la mas fuerte de las tres, así que las dije que no pasaba nada y decidí poner nuestra película favorita (Be Somebody)  antes de dormir. Con el tiempo, Leah se quedó dormida y Laila cayó después, así que apagué la TV y terminé mi maleta. Bajé abajo para poder llamar a Nathan y decirle a que hora llegaría a Seattle, el prometió estar allí dos horas antes.

Y me quedé dormida hablando con Nathan.


Al día siguiente

Narra Allison:

Estaba mirando por todos los lados para ver si encontraba a Nathan pero no le veía. De repente siento que alguien toca mi hombro y me dice - Ally?-

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