Está es una antología de Historias cortas del ship Wigetta, lo que significa que no necesariamente tienen que leer los capítulos en orden, cada uno es su historia separada. La mayoría son historias de amor, o dramáticas. Algunas basadas en la vida r...
Algo que no sabían nuestros suscriptores es que cada fin de semana Vegetta y yo nos íbamos a descansar un poco, aquello nunca se notaba ya que siempre programábamos los vídeos y nunca mencionábamos nada, aunque algunas veces publicábamos fotos en Twitter. Este fin nos tocaba ir a Francia a una ciudad cerca de la frontera con España, solo iríamos el fin de semana, nos quedaríamos en un pequeño hotel y comeríamos todas las delicias gastronómicas que nos ofrecía nuestro país vecino.
Cuando llegamos al hotel era hora de cenar, así que salimos a buscar algún lugar lindo. Caminamos y platicamos sobre varias cosas, especialmente de nuestros trabajos de YouTube y juegos que saldrían pronto; todo el trayecto nuestras manos estuvieron juntas.
—¿Te gusta este lugar?— preguntó Vegetta cuando llegamos a un pequeño restaurante muy elegante.
Se veía como el típico lugar de las películas románticas donde los protagonistas tienen su primer cita. Yo asentí, realmente quería entrar, se veía muy chulo además de que un delicioso aroma a comida salía de sus ventanas.
Entramos al pequeño lugar y nos asignaron una mesa. En esta había una vela y una flor al medio, parecía una verdadera cita romántica, aunque técnicamente lo era.
—¿Te digo que deberíamos hacer?— preguntó coqueto mi novio. —Otra edición de "Cenando con..."— dijo sonriéndome y enlazando nuestras manos sobre la mesa.
—Ya, pero tiene que ser en otra ocasión especial como cuando nos mudamos a Los Ángeles o cuando nos fuimos a vivir juntos a Barcelona. Hoy solo hay que disfrutar el momento— le dije para después sonreírle e inclinarme y besarle.
Un par de minutos después el camarero nos trajo nuestra comida. En un gran plato nos trajo caracoles, aquel era un platillo que jamás había probado, pero tenía curiosidad por saber cómo sabía.
—¿Seguro que quieres comer un molusco que se arrastra por tierra?— me preguntó Vegetta.
—Sí lo describes de esa manera no suena nada apetecible, pero seguramente está bueno— dije y seguido probé la comida.
Para mi sorpresa sí estaba bueno, tenía un sabor peculiar y una consistencia viscosa, pero estaba mejor de lo que esperaba. No pude evitar tomarle una foto y subirla a Twitter para que los subs pudieran ver qué comida tan extraña probé.
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(...)
La cena continuó, al final pedimos un postre que estaba demasiado bueno y después salimos a pasear un poco por la ciudad. Caminamos por un parque lleno de árboles, la sensación de estar con la persona que amaba en un lugar tan bonito como aquel, no se podía comparar. Charlábamos y nos besábamos de vez en cuando, pero en una parte de la ciudad había un pequeño puente que atravesaba un río, Vegetta y yo frenamos un momento y entonces lo hice, me lancé sobre sus labios y los devoré en un apasionado beso. La luna estaba iluminando nuestro perfil, aquella hubiera sido una foto perfecta a contra luz. Cuando nos faltó el aire seguimos caminando; mientras nos dirigíamos al hotel lo único que cruzaba mi mente era lo afortunado que era, amaba mi trabajo, viajaba mucho, en pocas palabras tenía una buena vida y lo mejor es que la podía compartir con la persona que más amaba en este mundo.
Hola :D Hoy les traigo este romántico drabble, que se me ocurrió por las fotos que subió Willy a Twitter (noten por favor que en la foto del postre hay dos cosas de cada uno ❤️) . Yo de verdad pienso que se va nada fin de semana a algún lado (pero no nos avisan -.-). Se me hace tan lindo pensar que siempre están juntos 💚💜
En fin, mil gracias por leer, los quiero mucho y nos leemos luego.
