Parte 2 ASÍ COMENZÓ TODO

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Apenas llegué al colegio, até mi bici en uno de los árboles más cercanos, ya que no me gustaba llevarla dentro del cole. Comencé a caminar hacia la puerta, cuando de repente siento que alguien se cuelga de mi espalda. Me di vuelta y pude ver con una gran sonrisa pícara a mi mejor amiga.

-Buenos días Jaz!- me dijo mientras me daba un beso en la mejilla 

- Buenos días amor! ¿Todo bien?- le pregunté mientras entrábamos al establecimiento

-Muy bien! fue muy tranquilo mi fin de semana- comentó

Mientras seguíamos charlando, fuimos hacia el patio, el cole no era muy grande solo asistíamos trescientos veinte alumnos, tenía dos pisos y diferentes aulas, ya que además de los salones y los baños, también había una sala de arte, otra sala era la biblioteca y la de vídeo. 

Nos acomodamos para seguir hablando. A los minutos, a lo lejos pudimos divisar como cuatro chicos corrían alocadamente hacia nosotras, mientras que sus mochilas volaban detrás de ellos.

-¡Los chicos tenían que ser!- comentó mi amiga entre un suspiro prolongado

-Jajaja ya sabes cómo son!- dije sin poder contener la carcajada

Cuándo quisimos acordar, los jóvenes protagonistas de nuestra charla aparecieron delante de nosotras saludándonos efusivamente.

-Buenos días preciosuras- dijo Luis en su típico tono afeminado 

-Buenos días Lusito- contestamos Sole y yo 

- Buenos días!- dijeron Will, Rama y Eze al unísono 

-Cómo pasaron el finde? Hace mucho que no salimos todos juntos !- comentó mi amiga 

- Es verdad! Salimos nosotros a la discoteca de Luke, ¡estuvo muy bueno!- nos comentó Rama

- Ah no! Así no eh! no lo puedo creer, se olvidaron de nosotras!- dije con un tono de leve enojo

- Eso jamás Jaz! ni dios permita! Este mismo viernes nos juntamos todos!- me dijo Will de repente

-Mmm... como digas- contesté burlonamente

En eso, escuchamos que tocó el timbre para dirigirnos a clase y así lo hicimos.

En el recreo fuimos al kiosco y después nos sentamos debajo de uno de los sauces que había en la escuela, ya que la sombra que éste nos brindaba era espléndida.

-Jaz, ¿te puedo hacer una pregunta?- dijo Sole rápidamente

- Ya son dos!- comenté divertida

-Bueno- dijo ella avergonzada

Aveces, le costaba hablar de ciertos temas sin sonrojarse, aunque de las dos la más era la más cara rota.

-Dale decime ¿qué pasa?-

-¿Qué me dirías, si te digo que creo que comienzo a enamorarme de alguien?- 

-¡¿QUÉ?!- dije pegando un salto 

Volaron las galletitas que tenía sobre mi regazo hacia cualquier parte del patio.

- Amiga, me estoy enamorando- confesó mi amiga, mientras que sus mejillas tomaban un color rojizo

-¿Vos? Hay linda realmente no lo puedo creer, aunque sabía que iba a llegarte la hora tarde o temprano!, ahora decime... ¿Quién es el afortunado?-

-Bueno, el chico que me gusta...- no pudo terminar ya que aparecieron de la nada los chicos, siempre nos contábamos todo entre nosotros, raramente había secretos, somos muy unidos, pero había ciertos temas, como este por ejemplo que se mantenían en secreto.

-Heey! vamos que nos toca la última hora y ya nos vamos - nos dijo Ezequiel mientras nos ayudaban a pararnos

-Apenas salimos me contás- le dije en voz baja a mi amiga

-Porsupuesto- contestó ella

Yo salí antes del salón ya que tenía que entregarle un trabajo práctico a la profesora de literatura.

Mientras caminaba por los pasillos, iba acomodando mi bolso, porque como había guardado las cosas rápido para no perder demasiado tiempo, era todo un despiole. Pero sin darme cuenta, cuando quise acordar, me encontraba tirada en el piso con un leve dolor en la rodilla.

- ¡¿Podés fijarte por dónde caminas?!- me dijo una voz grave con un tono bastante pedante

Mire de dónde provenía esa voz y me di cuenta, solo en ese momento, de que me había chocado con un chico.A primera impresión todo un bombón, pero muy grosero, de cabello negro como la noche, ojos del mismo color y piel blanca, de una altura bastante intimidante y al parecer era más grande que yo.

-Bueno, ¡tampoco es para que me trates así!- le contesté molesta

-Mira, no te hagas la pobrecita y aprendé modales ¿si?- me contestó con un tono demandante
Me levanté acomodando mi pollera, su altura me intimidó un poco, pero eso no me paró.

-Mira querido, a mi nadie me enseña modales y menos vos que por lo poco que puedo apreciar sos un zoquete como persona- dije enojada 

Sin más agarré mis cosas y dando media vuelta me fui inmediatamente de ahí.
¿Quién se creía ese mocoso como para tratarme así? podría ser lindo. Sí. No lo negaba, pero un asco como persona; además cualquiera puede sin querer chocar contra alguien. Mi día había empezado genial, pero este estúpido me lo había arruinado.

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