Visita nocturna

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Vaya semana pesada que había sido, en el trabajo no todo marchaba bien, y el departamento había tenido fugas de agua, mi jefe estaba todo el tiempo sobre mi pidiéndome reportes y más reportes, la contabilidad no era la profesión más relajada que existiera, me sentía cansada y un tanto fastidiada, sentía que debía tener un respiro, quería salir con algún amigo, ir al cine o cenar, pero no parecía haber nadie disponible.

Tome un respiro, y decidí llamarlo, quizá habría trabajado, quizá tendría algún interrogatorio, pero naaaa quería oír sus interesantes y locas historias de costumbre, aquellas donde un loco y borracho se dio un madrazo digno de contarse. Tome el teléfono y comencé buscar su número, oía piii de la línea sacando la llamada.

-Hey, oi su tono de voz ya achilangada del otro lado.
-Hey cabron, ¿qué tal el día le respondí con la cotidianeidad? En realidad era una llamada usual y de costumbre.
-Pues doblando ropa y pensando si salir o dejar que la hueva haga efecto y dormir.
-Dichoso tu que tienes de donde elegir, mientras yo aquí con la clara intención de salir y no encontrando pa donde.
-Por qué no quieres sabes que en mi casa te recibo.
-Luego no te quejes de tenerme ahí todo el tiempo, y de que te esté jodiendo. Colgué el teléfono, me cambie la ropa y tome un taxi, tardó lo adecuado ni más ni menos en llegar a su casa, cuando llegue le mande un mensaje, pide una pizza llegó en chinga. Sólo se rió y no me creyó.
-Si no llegas en 5 min te quedas en la calle por que salgo.
-No te preocupes estoy ahí en 3.

Llegue a su casa, era en una privada parecía ser muy exclusiva, no me dejaron pasar me pedían identificarme, tuve que llamarlo y pedir que fuera por mí a la entrada. Llegó con toda la flojera del mundo, casi arrastrando los pies, medio despierto medio dormido, se notaba que su trabajo también era muy cansado.

-Te dije que vendría así que no te quejes, Aparte traje algo. Recientemente me había hecho fan del tequila y había llevado una botella. Y que me dejas pasar o no?
-Bueno pues con esa actitud... quédate ahí.
-Hijo de la chingada!

Me encabrone y estuve apuntó de estrellarle la botella pero no lo hice, aparte abrió la reja.
-Jajajajjajaja te la creiste.
-Hijo de tu...
-Hey, con mi madre no te metas, no aguantas ni una broma.
-Lo mire enfadada pero me divertía mucho

Entramos al lugar muy bonito con jardines y andadores, al llegar a una parte donde había una especie de lago rodeado de pasto, le dije que nos quedásemos ahí parecía ser un lugar para pasar el rato.
Estuvimos ahí un rato antes de que las copas comenzarán a surtir efecto, a pesar de que la noche era un tanto fría yo tenía calor, cosa que le comente.

-Quizá necesitas un baño. Se rió y volteo.
-Si quizá necesitó un baño, respondí en broma, pero no lo tomó así, me abrazo y se tiro al pequeño lago, el agua estaba fría, me aferre a él y comencé a temblar.
-Que te crees sólo era una broma.
-Sabes q no bromeó con algunas cosas.
Estaba empapada, tenía frío y había regresado plenamente a la cinco sentidos, ahora también estaba enojada. Me abrace a mí misma y seguir tiritando, pero comencé a salir del agua, la leve brisa que circulaba me causaba aún más temblor y en ese momento sólo buscaba calentarme. Con todo había olvidado que llevaba un vestido blanco a pesar de ser de tela gruesa con el agua transparentaba.
-Jajajajajajaj ya note que necesitas calor dijo casi como un suspiro en mi espalda erizando cada vello de mi cuerpo. Me abrazo por detrás colocando sus manos sobre mis pechos para después pellizcar suavemente mis pezones. Lo mire con enojo, con frustración y con mucho frio. Me asombro su reacción exhalo en mi nuca y dijo
-Desde que decidiste parar aquí he esperado el momento para echarte al agua, q pensabas al traer un vestido blanco y para aquí, no te librarías tan fácilmente, sonrió de forma seductora, pero también un tanto perversa.
-Es divertido tentarte, me gusta parecerte una presa, pero al fin y al cabo soy la que te tienta, y le guiñe el ojo. Nos reinos y seguí tiritando. Me dio una nalgada y dijo
-No te preocupes ahora te caliento.

Caminamos hasta su casa era en el trayecto no hablamos mucho cosas triviales del trabajo, del clima, de las noches envela, en fin ya cascabeleaban mis dientes cuando llegamos, me ofreció algo de ropa, pero yo lo quería era un buen baño caliente, le pregunte por el baño y me dirigí a este, abrí las llaves, y me quite la ropa mojada la deje en el piso después la recogería. Cerré los ojos sólo disfrutaba del agua caliente rodando por mi piel era muy grato, recuperar poco a poco la temperatura que ya había perdido. Estaba ensimismada en el disfrute del momento cuando, sentí alguien tras de mí, brinque de primera instancia había olvidado donde y con quien estaba.

-¿Que, no me esperabas?
-En realidad es que ya te habías tardado y daba por hecho q no vendrías, me reí entre dientes, pues en realidad ni siquiera imagine que el llegaría.

Era un baño amplio espacioso y tenía una tina.
Cerro las llaves de la regadera y enseguida comenzó a salir agua llenado la tina que estaba bajo nuestros pies, se sentó y me jaló hasta el, sentí el tacto de su piel un calor más fuerte que el agua, me recosté sobre él y fui sintiendo la tina llenarse de agua, él se limitaba a pasar su dedos por mi espalda, por mis pechos y mis piernas, sus dedos eran como una caricia, provocando escalofríos en mí. Yo me divertía y me limitaba a disfrutar la posición no me permitía hacer mucho, me fui, poco a poco durmiendo, recostando sobre su pecho, cerrando los ojos, y dejándome llevar por el susurro en forma de caricia al abrir los ojos estaba en una habitación vestida y tapada con un camisón rojo de seda, bostecé y me estire, lo vi ahí alado dormido, tan tranquilo y tan en paz, que trate de no mover ni un solo musculo me fui durmiendo poco a poco nuevamente, hasta que sentí su brazo rodeándome gire mi rostro para encontrar el suyo.

-Pensé que estabas dormido.
-En realidad estoy soñando
-No pude evitar romper el encanto siendo taaan yo.
-Por qué tenías un camisón?
-Por qué te estaba esperando, déjame seguir soñando que sé que en la mañana cuando despierte te habrás ido, déjame disfrutarlo.
-Me beso con pasión, y rodeándome con su brazo y su pierna se aferró a mí, lentamente fue cerrando los ojos hasta quedarse nuevamente dormido, y yo también dormí sintiendo su aliento en cuello.

Jamás lo pensé de él, jamás pensé estar así, al final creo que yo igual estoy soñando.


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