* The world's turning dark, the ambient cold*
*I feel your presence, your arms around me*
*Your head on my back*
*I killed myself to join you*Dejo al humo escapar por mi nariz y sacudo la colilla del cigarro con el pulgar. Hay luna llena y el viento sopla muchísimo, típico de esta época del año, amo estas condiciones, son perfectas para llevar a cabo mi cometido. Lo único irónico de la situación es que, tal y como escuché a Dross decir en uno de sus vídeos, daré el salto definitivo en el mes en que son más frecuentes las noches de amor y paz.
El señor Lord Lokhread me deleita con lo desgarrado de sus screams mientras recita "Her Ghost Haunts These Walls", y la recuerdo a ella subida en el escenario, recuerdo esa última vez que la pude ver interpretando ese cover de Nocturnal Depression en La Teta de Malta, era curioso que hubiera tanta gente como para un chivo de esa clase, si el montón de "trues" cholos de este país sólo de ese Black Metal quema iglesias es la única mierda que escuchan, y el resto lo tachan de "posser".
El "Corpse Paint" se le veía un poco corrido por el sudor, y la silueta de su guitarra junto con su perfecta figura femenina gritando a todo poder: "I take your hands, I follow you to a better pleace", no salen de mis memorias. Ella, ahí, por si sola con su Gibson Les Paul negra es la Venus de Milo que mi dolor y soledad esculpen cada vez que en el reproductor musical del celular está corriendo esa canción.La luna lo ilumina todo, por lo tanto no tengo problema para bajar la cuesta de "Jordania", con las botas. Me hace gracia recordar la primera que baje con ellas esta calle, todo estaba totalmente mojado y sin reparo las plataformas de las mismas me hacían caminar como si tuviera problemas de espalda, totalmente jorobado, solo para pegarme un resbalón y llevarme un solemne pichaso.
Me veo subir y bajar mil veces con los chicos hacia la Copirca a comprar guaro y salchichon, o de regreso a la choza a emborracharnos y hacer feo toda la madrugada.
Veo el carro de Gore bajar a duras penas por lo hecho leña que estaba.
Veo tantas cosas que se me empiezan a escapar las lágrimas.
Creo que es parte del proceso, y tal como lo he vivido los últimos 3 meses, esto solo es el reflejo de mi cerebro ordenandole al cuerpo que se aferre a la vida a como pueda, con su última salva, tal y como dijo Tania que sucedería.Tiro la chinga del cigarro y un escalofrío hace que me quite los audífonos un segundo, solo para escuchar al viento soplar muy fuerte. Mientras me seco las lágrimas siento una desconfianza enorme que proviene de la nada, de la oscuridad, de lo lujubre del paraje, tal y como cuando era un niño muy muy pequeño. No me pongo más los audífonos y continuo el descenso a la casa. Y cuando voy llegando al pie de la cuesta empiezo a escuchar que alguien corre despavorido por la calle, mientras mi nombre es reclamado por la persona o el bicho amorfo que mi mente empieza a maquinar. Emprendo una carrera dificultosa por terminar los 30 metros que abarcan el lugar donde me encuentro y la puerta de la casa.
Mientras se escucha el trote a toda velocidad de quien viene, hecho a correr mientras agarro el paraguas que guinda del bulto con la mano derecha, pues con la izquierda intento abarcar brazadas que me den más velocidad.
Miro hacia atras y el tipo, o eso parece, que grita:
-¡Mae Eduardo no lo haga! -me provoca cierta familiaridad en su voz, casi la confundo con la mía inclusive, pero se me viene a la mente sólo la voz de Gerardo. Solo el tuvo suficientes señales para saber de mis planes a tiempo, y solo el está lo suficientemente cerca como para atreverse a venir.Al igual que un criminal no hay marcha atrás, corro y no falta nada, miro el portón y de un salto sobre humano, que supongo salió de mi inútil cuerpo endomorfo por la adrenalina, logro hacerme al otro lado del mismo.
Hachiko en su contentera de verme, y el ofusque que le provocan los gritos y el correr de la persona que viene tras de mi, hace que empiece a ladrar mientras brinca encima de mi buscando una caricia.
Intento correrla para terminar de llegar a la puerta y mientras eso sucede escucho a ese mae que ya esta casi en el portón.
-¡Hijueputa mierda! -grito ya desesperado al no alcanzar las llaves que traigo dentro del bulto.
Hachi se comporta muy extraño y como si conociera al mae, se le acerca tal y como se me acerca a mi cuando llego, salta de felicidad y corre para todas partes, mientras el tipo está terminando de pasar entre la cadena y el portón.
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Irresilente
General FictionLa vida de las personas se resume en sus actos y vivencias, la mia en cambio en errores y desventuras. Viví 20 años en soledad, viví con el pie de dios sobre mi garganta esas 2 décadas, viví asfixiado por el dolor. Nací muerto en los zapatos de una...