Capitulo 21: Un escape

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Siendo sincera conmigo misma... nada de esto me gusta, todo me duele y nada va bien. Se preguntaran por qué digo estas cosas, la nostalgia... mi fiel compañera, la que me acompaña a todos lados y me habla más que cualquier otra persona. Eso pasa. Pasa que extraño mi casa, más el no hacer nada, más el hecho que que Dr... nada, nada de nada... aunque, creo que ya no importa lo que pienso... así que lo diré:

Cuando conocimos a The Tide, Sammy y yo compartíamos crush, eso era lo mejor del mundo, el hecho de que las dos nos emocionemos con cada una de sus sonrisas. Pero todo cambio cuando los conocimos, y la verdad es que no estoy orgullosa de ese hallazgo, así que...

Drew me gusta.

Lo amo.

Pero...

Él es de Sammy.

Y nada de lo que yo diga va a cambiar eso.

Y eso me molesta, me molesta que la gente me pregunte porque estoy distante o porque estoy llorando, y que yo no pueda expresarme y decirles lo mucho que me duele que Drew este con Sammy.

Y quiero gritar, correr, escapar e irme a mi casa, contarle a mi madre lo mal que me siento y llorar en sus brazos. Y sé que tengo... tenia a Sammy... mientras yo lloro por lo obvio ella está en una cita con mi tortura.

Y... quiero... irme.

Pero al contrario me acomodo en mi almohada y viajo dentro de mis sueños.

[...]

-Okay, si no lo haces ahora... no podrás hacerlo luego- me vuelvo a repetir.

Tomo mi mochila, el dinero y... me voy.

Obviamente no me voy de casa, no soy tan estúpida, pero me voy al aeropuerto y voy a hacer un viaje.

Así que una vez subida en un taxi, me voy hacia la planilla de vuelos y... veo a donde pueda ir... algo que este a mi alcance y sea un lugar lindo.

Boston...

Las Vegas...

NY...

Nevada...

Canadá...

Adiós a mis ahorros de toda mi vida... me rio y me siento mejor.

Unas manos me tapan los ojos y me entra un poco, si, un poco, leve pánico. Una risa nerviosa se escucha detrás mío y me tranquilizo al oír de quien proviene. O al menos creo que es el.

-Oh por todos los santos... Em... creo que te llamas... ¿Christian?, me has pegado un susto de muerte...- le digo y me siento un poco mal por no recordar si se llama Christian o no, me había olvidado completamente de él.

-Que decepción- dice el poniéndose delante mío- yo si me acuerdo de tu nombre.

-Si recordé el tuyo- le digo riendo e indicándole con el dedo.

-Yo sé, no creo que te llamas Lara- me dice. Nos reímos.

-Es que solo te vi una vez.

-Yo igual.

-No me hagas sentir mal.

-Lo siento Lara.

Nos quedamos en silencio... incomodo, ja.

-Así que... ¿vas a viajar?- me pregunta.

Asiento.

-Un poco obvio- rio.

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