Capítulo 1

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"Tu y yo contra el mundo, pequeña mosquetera..."

Soy una chica de playa.

Me gusta mirar hacia el horizonte mientras observo como las olas vuelven su camino y el gran océano me hace sentir pequeña. Me gusta que la brisa marina me golpee, y que pequeños granos de sal, aunque sean diminutos y insensibles a mi piel, surquen su camino a través de mis poros.

Me gusta respirar, estirar los brazos y sentirme libre por una vez en mi vida. Me gusta esa sensación de paz y tranquilad que el agua transmite con cada uno de sus movimientos.

Me gusta el mar, y me gustan todas y cada una de las sensaciones que este transmite.

Se podría decir que mi verano perfecto,  seria en una villa a la orilla de cualquier playa del mundo. No puedo evitar imaginarme a mi misma respirando paz y nadando a través de aguas cristalinas que reflejaran mis ojos, y así poder decirme a mi misma lo que debo hacer. Sin compromisos, solo yo y yo misma.

Lastima que mi verano soñado tenga que esperar. Al menos por este año.

-¡Barbie, date prisa o no llegaremos!

Suspiré mientras cogía el ultimo par de bañadores y los metía en la maleta con estampado floral que mi abuela me había regalado el año pasado.

-¡Ya voy mama!- grité -¡ solo dame un segundo!

Casi podía sentir la impaciencia desde el piso de arriba.

-¡Un segundo es demasiado para mi! - su voz sonaba fuerte y segura, haciendo orgullo a su carácter - El tiempo es como el viento. Pasa rápido y ante tus narices y ni siquiera te das cuenta.

Mi madre viajaba este noche a Wisconsin por negocios, y con ella, mi padre  era arrastrado al mismo hoyo.

Mi cabeza aún no podía entender como después de tantos años trabajando, y siendo dueños de su propia empresa, ni siquiera pensaban un segundo en su propio bienestar y descanso. En diez años, mis padres habían tenido cuatro fin de semanas para ellos solos y estaba segura de poder contar sus días de vacaciones de verano con una sola mano.

 Sabia de ante mano que mi madre era testadura,  podía llegar a conseguir que tu cabeza explotase si ella se proponía inculcar sus ideas en tu cabeza. Pero también sabia que era mi madre después de todo, y que cada una de sus acciones estaba dirigida a un único objetivo. Su familia.

Puede que ella no tuviera descanso alguno, pero mi hermana y yo eramos su mundo aunque a veces le costara admitirlo.

Arrastré la cremallera por el borde de mi maleta y esta acepto cerrarse a regañadientes. Agarré la pequeña asa y me dirigí a la planta baja, donde mi madre esperaba impaciente y mi hermana concentraba su atención a su teléfono móvil acompañada de una sonrisa traviesa.

-Ya estoy aquí. Lista y completamente sumisa a estas vacaciones. 

Mi madre me miró por un momento antes de suspirar y dirigirse a la cocina. Mis piernas le siguieron hasta llegar a la gran nevera en la esquina de la sala, sabiendo que ella quería hablar .

Abrí el refrigerador y tomé un cartón de leche antes de girarme y mirar impaciente a mi madre esperando sus palabras.

Ella parpadeó y suspiró poniendo sus manos en su frente en un gesto despreocupado.

-Mira... - comenzó- se que esto...se que es duro para ti y para Kennedy pasar las vacaciones solas. Pero tu padre y yo no podemos hacer nada al respecto. Tenemos un negocio que llevar, y eso requiere... ciertos sacrificios.

Yo solo pude asentir en respuesta. Unas vacaciones en familia era la ultimo que podía esperar de ella a esta alturas. Yo lo tenía completamente asumido, pero a Kennedy le estaba empezando a afectar nuestra situación para con nuestros padres. Llevaba meses encerrándose en si misma, sin hablar con nadie  con la misma facilidad que antes tenia para expresarse. Era mi hermana pequeña, la amaba, y sentía que era mi responsabilidad hacerla sentir querida. Lo ultimo que deseaba era que se perdiera por completo.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2016 ⏰

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