Mi secreto {Larry Adaptación}

Las preocupaciones de Louis

Intenté responderle y es que...¿Qué le podía decir? Ni siquiera yo sabía... lo que sentí.

—¿Y? ¿Te gustó la idea del proyecto?

Si hubiera sido un tipo de manga, me hubiera quedado en blanco, estaba tan nervioso y la pregunta en realidad no se trataba de lo que pensaba.

—He... sí, jeje...me parece una buena idea— ni puse atención.

—Hmmm... ¿Y qué fue lo que más te agradó?— alzando una ceja me observó detenidamente, no sabía porqué , pero algo me decía que sospechaba que no le escuché ni una sola palabra.

—Pues...todo,...sí...toditito, no hubo nada que no me agradara— reía nervioso intentando ocultar mi torpeza por haberme embobado en otra cosa mientras él hablaba.

—Oh, bueno, si tú lo dices— una sonrisa bastante burlona se veía en el rostro de Harry.

—...— por un instante sentía que mil colores cruzaban por mi rostro —¿Tienes sed? Seguro que sí, iré por algo de tomar— me levanté y casi a pasos de robot salí de la habitación.

Al llegar a la cocina, asegurándome de que me encontraba sólo, solté un leve suspiro de alivio y tomé una bandeja para colocar los vasos de agua. Tener a Harry dentro de mi casa me estaba volviendo loco, ya ni sabia lo que hacia y pensaba...¿Por qué de pronto terminamos besándonos? Normalmente él es el pervertido, pero yo di el primer paso en esa embarazosa situación.

Eso no era de alabarse Louis ¡Eres un tonto!... Aun cuando tengas una apariencia de chica, no debes olvidar que no eres una.

Subí las escaleras con la bandeja en mis manos aun sin poder sacarme el acontecimiento de hace un momento de mi cabeza.

—Ya volví...— entré y cerré la puerta con la pierna.

Me senté en el suelo y coloqué la bandeja en una mesita armable que había en mi habitación.

—¿Quieres...?

—Hay algo que he querido preguntarte desde hace tiempo.

—¿He?...— ¿una pregunta? eso no sonaba muy bien —¿Y qué... es?

Se sentó frente a mí en el suelo clavándome su mirada.

—¿Por qué finges ser una chica?

—¿Ah?— esa era una buena pregunta y nunca pensé que algún día la comentaría con... un chico —Pues...— recargue mi espalda en la pared tras de mí —Creo que es obvio...— le miré algo temeroso después de dar mi "clara" respuesta.

Él se acercó a mi haciendo a un lado la mesa armable, en segundos su rostro estaba a escasos centímetros del mío, lo cual me puso muy nervioso.

—¿Te gusta vestir como chica?

—...— un sonrojo apareció en mi cara —¡Claro que no!

—¿Entonces, por qué lo haces?— sin retroceder continuaba lanzándome sus preguntas.

—Eso es porque...he tenido muchos problemas en escuelas anteriores por mi físico— suspiré. —Desde que nos mudamos a esta ciudad y finjo ser una chica han dejado de molestarme— aunque no estoy muy seguro de eso.

—Ya veo— se recargó hacia atrás sobre sus manos puestas en el suelo —Eres una persona bastante peculiar.

—No tienes que decírmelo— hice un puchero molesto —Y yo también te tengo una pregunta

—¿Cuál?

—¿Te gusta fastidiarme?— alzando una ceja ahora soy yo quien le lanzó el interrogatorio.