Mundo blanco

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"En la oscuridad nadie te ve, pero el que desea encontrarte lo hará".
Se acababa de encender la luz,eso significaba que era la hora del desayuno. Con mucho cuidado me pongo mis zapatos y me dirigí al baño. Me vi en el espejo, no me reconocía,no soy una persona fea, sin embargo si peculiar,mis ojos son de dos colores, el derecho es azul y el izquierdo es gris,no soy alto y mi cabello es blanco. Aunque pensandolo bien supongo que después de hacer tantos experimentos en mi, era lógico que seria peculiar. A por cierto mi nombre es Christian.
Después de verme en el espejo termine de arreglarme y me diriji al comedor,llegue y pedi un poco de esa asquerosa sustancia a la que ellos le dicen comida.
" Esta llena de nutrientes,es lo que tu cuerpo necesita".
Esa era la misma frase que decia la cocinera cada vez que nos daba la comida.
Deje de pensar en eso y me fui a sentar, elegí un lugar más alejado y solitario. No es que sean malos, simplemente ellos ya tenian demasiados problemas como para fingir que les agrado. Termine de comer y me retire a mi habitación o "CALABOZO" como me gustaba decirle, de repente una mano fuerte pero con delicadeza detuvo mi andar.
Voltee a ver, era el doctor Erick
- Buenos días Chris ¿como amaneciste?- con su voz fuerte pero a la vez dulce.
El doctor Erick es una persona de caracter fuerte, es muy guapo,de ojos color chocolate, de cabello color cafe oscuro,tiene una sonrisa que enamora. Pero no hay que
confundirse ese hombre es el diablo en persona, tan ruin y falso. Sin duda es una persona de temer.
- Buen día doctor, amanecí muy bien gracias- le dije.
- Espero que el pequeño tratamiento que recibiste ayer no te haya causado mucho dolor- me dijo con burla en los ojos pero con una sonrisa en los labios.
- No, claro que no- "Idiota, claro que me dolio grandisimo imbecil" pensé,agallas tengo, pero no lo suficiente para contestarle a ese tirano.
- bueno Chris tengo trabajo que hacer, tengo una cita contigo esta noche ¿no?-dijo serio
- Si, ya se- dije de mala gana.
Termino de despedirse y se fue.
Llegue a mi cuarto, no había muchas cosas, solo una comoda para mi ropa, un espejo, una cama con sabanas y el baño,no había mucho que hacer.
Me acoste en mi cama. Este lugar es blanco, muy blanco, aquí no hah ventanas y las luces que se ve en los corredores son artificiales. Me empecé a sentir cansado, ya no quiero estar aqui, cerre mis ojos.
Estaba en un lago y a lo lejos se puede ver una casa de la cual salia mi madre. Esta me saluda con una sonriaa en el rostro, y justo cuando voy a dirigirme hacía ella, un fuerte golpe se escucha.
Abro mis ojos, un poco desorientado.
-¿quién es?- pregunté sin levantarme.
-soy Laura- dijo una voz de mujer, bastante tosca.
-Adelanté- dije
Laura es una mujer bastante mayor de ojos claros y opacos, no precisamente amargada, es solo que la vida la había tratado muy mal.
-¿qué es lo que necesitas Laura?- le dije cortésmente.
- al parecer tu cita con el doctor Erick se adelantó. Andando- dijo con su voz gruesa y de entrada edad.
"Sin duda, hoy no es un buen día" pensé.

EnomentuvalvëDonde viven las historias. Descúbrelo ahora