Capítulo 14

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-------- DOS DÍAS DESPUÉS ---------

Estar junto a mi padre en su oficina me resultó extraño, Diego lo ayudaba con unas ecuaciones en un pizarrón y yo miraba sentada desde el pequeño sofá al otro lado de la habitación.

Me habían pedido que guardara silencio y que los dejará hacer unos cálculos nada importantes.

Pero por la forma en la que ambos examinaban un par de hojas y en la que comenzaban a estresarse por no poder obtener respuestas, supe que eso era realmente algo muy importante.

-Podría ayudarles si me dijeran de que se trata.- me quejé mirándolos molesta.

-No lo entenderías, llevamos años con esto.- se quejó mi padre sin despegar sus ojos de la pizarra.

¿Qué no podía? ¿Eso había dicho?

Caminé hasta el escritorio y tomé los papeles que tanto observaban, eran algoritmos de ADN. Miles y miles de estructuras de material genético, algunas de animales, otras de virus y otras que supuse eran de seres humanos.

Observé la pizarra y los cálculos que hacían, era un poco complicado, lo había visto en un libro que el profesor Spinder me había prestado.

-Ingeniería genética humana.- sentencié examinando sus operaciones.

-Es complejo y lo que buscamos es algo no muy concreto.- explicó mi padre restándole importancia.

Caminé para tomar uno de los plumones y observé lo que llevaban hasta ahora, basándome en lo que conocía y lo que el libro me había dejado, tomé uno de los pizarrones miniatura y caminé de vuelta a mi asiento.

Ninguno de los dos me miró ni me prestó atención, ambos seguían inmersos en sus números y letras.

No era una experta en el tema, pero lo había tenido que leer para saber y desechar variables en mi experimento.
Tomé lo esencial tanto como lo básico y miré su pizarra.

¿Qué estaban tratando de solucionar?

Claro, buscaban dar resistencia a las personas de las enfermedades infecciosas. Crear un organismo capaz de repeler estas enfermedades, el ser humano perfecto.

Sabía en donde buscar, como manipular ciertas ecuaciones, pero no estaba muy segura de como lograría la aceptación del organismo.

Esa era la variable que estaban buscando.

No supe como, pero las horas pasaban y pasaban y en mi mano el plumón jamás se detuvo, borré cien veces y estaba estancada al igual que ellos.

Hasta que puse mi mente en blanco.

¿Cómo introducir un gen en el organismo sin que este lo rechace?

¡Inyectándosela en la capa de ADN! Drástico, arriesgado, pero efectivo.

No quería apresurarme, quería ver si ellos eran capaces de pensar igual a mi.
Pero sus rostros me dejaban ver que no era asi.

-¡Me rindo, James!- se quejó Diego.- no hay una forma segura.

-Piensa. Debe haber una.- aseguró mi padre firmemente.

-Tal vez no tan segura, pero si efectiva.- aseguré mostrándole mis apuntes en el pizarrón pequeño.

-¿Sabes de que hablamos?- preguntó Diego impresionado.

-Buscan hacer inmune a una persona de ciertas enfermedades virales.- le sonreí como si fuera lo más obvio del mundo.

-¿Y lo comprendes?- preguntó mi padre enserio anonadado.

Okey eso me había ofendido, claro que lo entendía. Eso era mi más grande sueño, eso era por lo que luchaba.

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