•Sálvame•[Mikayuu]

• Capitulo 10 •

  Yu chan suspiró, antes de separarse de mi y mirarme fijamente. Sus ojos eran tan claros, y desde a esta distancia lograba distinguir todas sus formar y líneas desiguales. Iba a volver a besar aquellos labios pero un ruido me interrumpió.

"Llaman a la puerta."

Suspiré derrotado. Besé el cuello de Yu chan antes de volver a separarme de su cuerpo. Me coloqué la camisa que me había quitado después de levantarme.

—Iré a atender... — Iba a salir de la habitación cuando observé como comenzaba a vestirse nuevamente, y supe allí que aquel mágico momento había desaparecido.

Bajé las escaleras frustrado mientras me arreglaba un poco la ropa y el cabello... E intentando hacer pasar desapercibida mi erección. Al abrir la puerta, vi a Goshi parado, completamente de negro.

—Surgió un problema, Mika. Y no, no puede esperar —señaló antes de tener que escuchar mi protesta.

—¿Qué pasa?

Suspiró, sacando las manos de los bolsillos, dejándome a la vista la sangre que había en ellas.

—The Red Hand. Llegó hace unos días causando problemas. Ahora llegamos de una persecución luego de que hicieran explotar uno de nuestros camiones que iban hacía el sur. Logramos matar a su conductor, pero ellos escaparon. Llamaron advirtiendo que matarían a cada uno de nosotros. Uno por uno... Vine a buscarte para que nos ayudes a investigar, se que tus hermanos no están en casa. Los vi cuando íbamos en camino para acá.

—No puedo ir con ustedes.

Goshi se mostró estupefacto.

—¿Qué? ¿Porqué?

—No estoy solo.

—¿Mika? —llamó Yu chan

[-Yūichirō-]

"¿Qué estará haciendo?"

Llevaba más de 5 minutos allí abajo. Hablaba con un hombre... Podía escuchar sus voces. Me levanté, colocándome un chaleco negro y comencé a bajar las escaleras.

—¿Mika? —pregunté cuando ya llegaba al final. Vi a Mika parado allí, frente a un hombre alto, fornido y de apariencia sombría. Él clavó su gélida mirada sobre mi, luego miró a Mika.

—¿Quién es? —preguntó. Su voz era grave y gruesa. Un escalofrío recorrió mi espalda, retrocedí instintivamente.

—El es Yūichirō. Goshi te dije que no estaba solo.

Lo miró duramente antes de voltearse y acercarse a mi. Tomó mis manos.

—Yu chan, él es Norito Goshi. Goshi, el es Yūichirō Amane. Se queda ahora en mi casa —dijo, recalcando las últimas palabras.

Goshi me sonrió a duras penas antes de hablar.

—Es un gusto conocerte, Yūichirō

Intenté sonreír, pero en vez de eso salió una mueca.

—No iré, Goshi.

—Llevalo, Mika. Te necesitamos ahora.

—No sabe nada.

''Deberían dejar de hablar como si yo no estuviera aquí''

Bajé la mirada.

—Si te quedas aquí, podrían venir, ver las luces encendidas  y matarlos a los dos.