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Maratón (1/3).

Tenía frío, mi pieza es como un congelador. Hace un frío de mierda aquí.

Mis continuos sollozos resuenan por la habitación. Matt me besa por todo el rostro cada vez que una lágrima sale sin permiso, haciendo que ría. Somos como una pareja, lastima que no es así.

-Me siento terrible- dice, se acomoda a mi lado. Coloca un brazo debajo de su cabeza, el otro lo tiene enredado en mi cintura, su mano la acaricia trazando figuras aleatorias -Por tratarte así todo ese tiempo, no sabía que sufrías de ese modo- me escondo en su pecho. -Me siento como un completo idiota.

"No te preocupes, ya lo eras" dice una vocecilla en mi cabeza. La sacudí quitando rastro de pensamientos.

Le negué con la cabeza: -Solo eras un niño divirtiéndose. No te importaba, eras un egocéntrico que lo único que hacia era jugar con las... Chicas - digo, las últimas palabras que pronuncio y salen de mis labios, se escuchan entrecortadas. Como un grito ahogado.

Comienzo a cerrar lo ojos poco a poco, me acurrucó más a Matt. Descansó mi cabeza sobre su pecho, la suya se posa sobre la mía. Su mano se ciñe mas a mi cintura, la baja hasta la cadera y me mueve más hacia el para que nuestros cuerpos estén más juntos. Me besa la mejilla delicadamente y lo imito, al hacerlo este mueve el rostro en broma. Pero sus labios encajan con los mios nuevamente. Cierro los ojos completamente y el arona de Matt me envuelve en un embriagador sueño. Como siempre, se abre paso en mi boca para meter su lengua, le cedo el paso. El beso fue lento, como en las películas de cartelera de cine. Sus manos comenzaron a viajar hasta mis muslos, luego hacia mi trasero, los apretó con ambas manos. Subio sus manos hasta mis costillas con movimientos lentos. Llego hasta mis pechos, dejo las manos ahí por unos segundos. Las subio hasta mis mejillas, las acaricio levemente, sus manos volvieron a su lugar inicial.

Sigo con el beso, lo hago con tanta lentitud y pasión para dejarlo con ganas de más. Me hago la coqueta y pícara. Cosa que me sale mal, ya que jamás lo he hecho. Le muerdo el labio con suavidad, me encanta. Es tan guapo, sus suaves labios... Los adoro. Su boca recorre mi cuello dejando húmedos besos. Llega hasta mi clavícula, la lame y la besa.

Detiene el beso y abre sus labios rojos e hinchados: -Te quiero- dice.

Mis ojos se cierran antes de poder procesar cada palabra, el sueño me invade y me desplomó sobre esté.

(***)

El despertador comienza a entonar "Worth It de Fifth Harmony". Creo que estoy empezando a odiar esa canción.

Intento coger el teléfono. Pero algo me tiene aferrada, no me puedo mover. Lo que me tiene inmóvil emite un gemido y gruñido de queja. Recuerdo todo lo que paso anoche y sonrió, giro la cabeza, y ahí yace Matt, sobre mi cama. Parece un ángel cuando duerme, se ve como un niño pequeño. Sus labios están entre abiertos y su cabello desordenado, me sorprendo al darme cuenta de que ni con la alarma se desperto.

Paso mis manos por mi rostro, con ellas restriego mis ojos para quitar cualquier aspecto de sueño. Cojo el teléfono y apago la alarma. Lo bloqueo y me vuelvo hacia Matt, sigue dormido con ese "aspecto" angelical, porque de Santo no tiene nada.

Prefiero no despertarlo, así que me pongo de pie. Lo tapo hasta el cuello porque hace frío.
Cuando me incorporó un escalofrío recorre mi cuerpo.
Me pongo mis pantuflas y me acerco al espejo. Me miro con desagrado, soy horrible. Mi trasero es gigante, y mis pechos también. Mi cabello desordenado hace que me vea mal. Mi rostro está lleno de lágrimas secas, mis mejillas están pegajosas. Debo tomar una ducha. Sigo mirándome en el espejo. Siento como Matt se sienta en la cama, lo miró y me saluda con la mano, sonríe. Sus ojos se achican, se ve adorable, aun más con su cabello despeinado.

-Eres hermosa, que lo que te digan los demás no te afecté- dice al ponerse de pie, se coloca sus pantalones rápidamente y se acerca a mi -Ves, eres hermosa- apunta al espejo, me giro hacia esté y me observo otrs vez -Tienes las curvas más sabrosas que he visto en toda mi vida, creeme nena. Eres hermosa linda, perfecta.- finaliza y besa mi mejilla.

-Gracias, pero aun así... Soy horrible, nada cambiará - le digo, decide no contestar. Trató de hacerme sentir, se que es pura mentira -Ire a ducharme, ¿quieres?

-¿Contigo?- sonríe pícaro y me guiña un ojo.

Le golpe el hombro suavemente: -¡No zoquete!- respondo con mis mejillas rojas.

-Era una broma- dice y explota en risas. Su cabeza se extiende hacia atrás. Su risa es extraña, adorable, pero extraña. Me encanta escucharla, se reincorpora y continúa: -No gracias. No quiero ser tan desubicado - sonríe -Debo apestar.

-No es cierto, hueles a tu rica colonia - abro los ojos avergonzada, ¿lo dije en voz alta? El sonríe, mierda lo dije en voz alta.

-¿Te gusta?- asiento -Pensé que era el único.

Río levemente, giro sobre mis talones y busco una toallas. Las encuentro y le digo a Matt:

-Me iré a duchar, quedate aquí. Después te llevaré a tu casa.

Busco ropa cómoda para ponerme y voy al baño. Deje las toallas sobré el mesón. Me quite la ropa, abrí el grifo y esperé para entibiar el agua. Quede satisfecha y me comencé a duchar.

Al terminar salí de la bañera y rodeé mi cuerpo con la toalla, la otra la enrolle en mi cabello.
Me secó y me visto con unos pantalones negro ceñidos a mis piernas, una polera lisa de color crema, una sudadera verde musgo encima para abrigar mi cuerpo. Y mis zapatillas blancas marca converse.

Cepilló mi cabello mojado y lo seco un poco con la secadora. No lo hago completo por tiempo y prefiero que se seque con el aire.

Me aliso los pantalones y salgo del baño. Matt está sentado en la desordenada cama y ve su teléfono.
Se percata de mi presencia y alza la vista.

-Te ves preciosa.

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Gracias por leer

Broken Hearts {matthew espinosa} ; en EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora