Día 8.1

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Ella lo miro con incredulidad.

No podía estar pasando. No ahora que ya le había dicho lo que sentía por ella, no el mientras la miraba con esos hermoso ojos, simplemente no.

-Ambos nacieron para esto.-interrumpió el padre de Theo, haciendo que ella lo mirara de golpe, con los ojos demostrando como lentamente se rompía su alma- Ahora sabemos que fue un error, que no debimos pensar de esa manera tan egoísta, pero tienes que entender que todo fue con la intención de tener un mundo mejor- a ella le ardió la cara y su garganta se cerro por la furia, pensó que no podía respirar, hasta que de repente se encontró gritando

-¡¿Un mundo mejor?! ¡¿Te das cuenta que millones de personas han muerto por tu pequeño experimento?!- tenia los ojos rojos por las lagrimas que se acumulaban en sus ojos. No podía creer que todos aquellos que dejaron un lugar vació dentro de su hogar, ya no estaban por culpa de ella... Kimmy, su madre, su tío, ellos ya no estaban por su culpa.

Su corazón se rompió y se sintió mareada. Sentía los gritos de cada uno de ellos dentro de su cabeza, sus lagrimas implorando por piedad, sus manos frías aun siendo sostenidas por los que aun los recordaban. No podía dejar de sentirse como un monstruo que desde el momento en el que dio su primer aliento gente empezó a morir por su mera existencia, para dejar espacio para algo catalogado como "mejor".

-¿Por qué simplemente no me ahorraron este sufrimiento encerrándome en un cuarto subterráneo al nacer?- pregunto con su voz monótona, sabiendo que estaba rota si siquiera mirase a los ojos, sabiendo que ya nada podría ser como antes- ¡¿por qué simplemente no me lo dijeron?!-

-¡¿Es eso lo que quieres?¡-grito una voz a su costado, ella cerro los ojos, concentrándose en no llorar- ¿perderte la magia del mundo, el amor de tus padres, el sentimiento inmortal de la esperanza tan solo para no sufrir una decepción?!- ella giro hacia su esposo, quien tenia la mirada gacha, avergonzado de si mismo aun después de haber hablado- ¿prefieres perderme a mi?-

- ¿Tu sabias todo esto, verdad?- pregunto entrecerrando los ojos, parándose de golpe y acercándose a el amenazadoramente- sabias que toda mi familia iba a morir, sabias solo servia para... tener hijos contigo y llenar la tierra de personas sin capacidad de tener un pensamiento propio, sabias que yo confiaría en ti-

-Si, ¡sabia todas esas cosas! pero no te las dije para protegerte...-

-¡¿Protegerme de que?!.-dijo para después soltar una carcajada sarcástica con una lagrima corriendo por su mejilla y lo miro con dolor-. Si lo piensas tu eres la única y principal razón por la cual estoy en peligro, pudiste haberme dejado en Nueva York, viviendo en la ignorancia sobre la existencia de todo esto, pudiste haberte ahorrado todo solo con haberme dejado en paz...-

-Así pudo a haber sido, pero luego me dieron la tarea de acercarme a ti y después de la muerte de tu madre el gobierno pareció más interesado en ti y empezaron a sospechar. El objetivo estaba en peligro y tuve que actuar...-

Hubo un largo silencio. Ella lo miraba completamente decepcionada y el se debatía entre mirar a su padre o mirarla a ella

-¿Eso fui para ti? ¿un objetivo?- el resoplo cansado y trato de acercare a ella. Trato de tomarla, pero ella se alejo de el rechazándolo dolorosamente, con una expresión de como si le diera asco

-Tamara, no pongas palabras en mi boca...-susurro, tratando de que no doliera tanto su mirada

-¡Y tu deja de decir mentiras!- de repente ella se acerco de golpe. No necesariamente para lo que el quería, pero no se dio cuenta hasta que sintió el golpe- Tu no me amas- susurro cerca de su cara, con el corazón en el piso y las esperanzas destrozadas- Me mentiste para que tu plan no se fuera a la mierda, me mentiste porque así seria la única manera en la que te asegurarías de que yo no me fuera- ella respiro entrecortadamente por sus lagrimas, aspirando por ultima vez su aroma-Me duele darme cuenta que todas esas veces en las que me diste esperanzas, más ganas de vivir, que dijiste "vamos, solo un día más" eran solo palabras vacías.-el apretó la mandíbula, aun con el ardo sobre su mejilla, tratando de no implorarle por piedad- Esta semana te conocí como nunca nadie te conoció, me contaste tus miedos, incluso tus sueños , pero también me di cuenta de lo poco hombre que eres. Aunque mi viaje contigo continúe, tu ya no eres nada. Eres un hombre egoísta Theodor Johnasen.-

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2016 ⏰

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Nothing was the same 2.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora