Una cita no será nada

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-¡Rosela! -grité a todo pulmon al ver como Rosela se iba con el niño.

-¡Alejate! -gritó desde el auto y después aceleró aún más.

-Mamá tengo que ir por ella -apenas me dispuse a tomar mi auto cuando un fuerte estruendo inundo mis oidos y el corazón me comenzó a latir a más de mil por hora, y de un momento a otro solo una palabra fue la que logré decir.

-¡ÁNGEL! -grité angustiado antes de correr la calle que Rosela había sido capaz de conducir antes de estrellarse, pude ver como mi mamá se cubría la boca con las manos por la impresión.

-Angel, hijo -abrí la puerta de atrás donde mi niño se encontraba y me sentí a morir cuando lo ví inconsciente con un moretón en la cabeza.

Pero decidí no moverlo ya que no tenía idea de como se encontraba, pero lo que sí hice fue llamar a la ambulancia para que vinieran lo más rápido posible.

Aún no me creía lo que había pasado y es que todo pasó tan rápido, si algo le pasa a mi hijo o a Rosela no me lo perdonaré, Rosela reaccionó asi por mi culpa.

-Hijo, ¿como están? -mi madre llegó a mi lado, ví tambien como algunos vecinos se habían despertado y tambien venían a ver que había pasado.

-No lo sé, está inconsciente pero tengo miedo de moverlo.

-Ya verás que estará bien.

-No lo sé mamá, Rosela iba a muy alta velocidad y el impacto fue muy fuerte -y entonces recordé a Rosela, por lo que corrí hasta donde ella se encontraba para verla.

-¿Ro-rosela? -quedé aterrado al verla, ella se veía mil veces peor de como se veía Ángel, tenía la cara completamente manchada de sangre y descansando de manera anormal en el volante.

Quise tocarla pero cuando comencé a acercar mi mano las ambulancias llegaron y rápidamente me apartaron para llevarselos.

-¿Usted es familiar?

-S-soy el padre del bebé y...

-Y el esposo de la joven supongo -ni siquiera contradecí al médico, solamente asentí y me subí en la patrulla donde se los iban a llevar.

-Mamá te enviaré la dirección -le dije cuando el hombre mencionó que no podía venir con nosotros por problemas de espacio.

-¿E-estarán bien? -le pregunté al mismo hombre con el que había hablado antes, este me miró y luego a Rosela y a mi hijo.

-El niño parece estar bien, tiene unos cuantos moretones pero aparentemente no tiene nada grave, aún asi tendremos que examinarlo al llegar haya.

-¿Y ella? -miré a Rosela.

-Ella... no te voy a mentir su estado es crítico, el golpe que se dió en la cabeza fue muy fuerte y además tal parece ser que se ha dislocado en varias partes de su cuerpo -yo solo asentí desecho, no debí de tratar asi a Rosela.

Si mi hijo o ella mueren será mi culpa.

*

-¿Cómo están? -preguntó Leo apenas llegar, me dió un corto beso y me miró atento.

-Mi hijo está bien, afortunadamente solo fue el susto pero Rosela está grave, ahora mismo está teniendo una operación.

-Lo lamento -me volvió a abrazar, y entonces yo comencé a llorar.

-Ya verás que todo estará bien -intervino Brad dandome una sonrisa, yo le agradecí con la mirada.

-Ahora vuelvo amor -le dije a Leo y me aparté de la sala de espera para poder enviarle un mensaje a Cody.

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