Capítulo 17

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-Corazón roto-

Nicolás miraba sus piernas nervioso y una que otra vez, levantaba su mirada para ver a su acompañante frente a él, que le miraba fijamente sin escrúpulos. Él solo volvía a bajar la mirada, pero aun sentía esa presión de ser analizado.

"¿Por qué he aceptado venir...?" se preguntaba una y otra vez, y es que, el chico había insistido tanto que casi no le quedo de otra mas que decir que sí.

— Nico...—dijo una palabra finalmente.

El moreno se sobresalto de golpe, y apretó mas sus piernas. Le miro lentamente, nervioso. Era incómodo saber ahora los sentimientos de su amigo y además haber aceptado su salida.

— Nico yo no voy a negarte lo que dije, porque es la verdad... Tu a mi, me gustai mucho.

Las mejillas de Nicolás se tornaron de un rosado leve y sonrió algo nervioso.

— A-ahh... Jeje... Y-ya...—apenas pudo pronunciar algunas palabras. Dentro de él, era un caos; no sabía que hacer, en definitiva el no era gay, simplemente le había gustado un chico, y no es que le llamara la atención meterse con otro mas, pero al mismo tiempo, tampoco podía decir que lo que había pasado con el Jaime había sido horrible, porque no lo fue, y quizás no era el único que podía darle esa sensación de felicidad y tranquilidad.

Pero...

En el fondo...

No quería olvidar a Jaime ni dejar que otro le suplantara.

— Nico... No estamos solos aquí...

— ¿Eh?

— Hace rato que, creyendo que no lo veo al weon, nos esta vigilando desde cuatro mesas más allá...

— ¿Quién...?

— El Jaime...

Su cuerpo se estremeció en un segundo, y luego comenzó a sentir un calor inexplicable en su vientre. Trató de mirar hacia aquel lado, no por saber donde estaba, sino para verlo simplemente, lo necesitaba.

— ¡No mires!—le susurró por lo bajo. Nicolás no miro, y volvió su mirada hacia el otro moreno. — Agh... No se rinde...

"Es que no quiero que se rinda aun..."

— Nico... Quedate quieto, no hagai nada haga lo que haga...

— ¿Por qué...?

— Solo hazlo...

— B-bueno...—dudoso. Mirándole sin entender aún que es lo que quería.

Bestia se levantó de su silla, y tomó la mejilla de Nicolás. Este se sobresalto y trato de alejar su rostro.

— ¡Nico! Ya po...

— P-pero...

— Cierra los ojos...

— ¿Ah?

— ¡Que los cerrí!

Los cierra de a poco. Y sin pasar un segundo mas sintió como sus labios se unían con los del otro. Era un beso suave y no tan brusco, pero casi al final sintió como una intrusa lengua lamía sus labios antes de alejarse.

— Que hací le quede claro... Que ya no eres mas suyo...

— ...

Se sintió un golpe de mesa. Todos voltearon, incluso Nicolás para ver a que se debía. Era Jaime, que había botado literalmente servicio y todo al suelo mientras observaba directamente a Nicolás.

Un reto maraco fuera de límites -jaidefinichon- [Jainico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora