#2. Suele cantar a todo volumen

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Adora cantar a todo volumen y cuidado con que critiquen su forma de cantar.

Sabe perfectamente, que no es la mejor cantante del mundo, pero, aún así, se emociona.

Si fueras más cercano a ella, sabrías que sólo canta fuerte cuando tiene algún problema, estrés, tristeza, enojo, frustración, y de más.

Aunque algunas veces canta fuerte sólo por estar muy feliz. Pero pocas veces eso ocurre, ya que suele hacer otras cosas.

Bien, una pelea más con la Weasley, sólo que esta vez, tal vez, sí se había pasado de la raya... y no él.

Scorpius estaba acostumbrado a que lo criticaran por ser hijo de un casi-mortífago, y ser nieto de uno de los más fieles que existieron.

Pero la Weasley jamás había sacado ese tema a colación, hasta ese día.

De inmediato supo que la Weasley se había arrepentido, pero lo único que pudo hacer fue irse de ahí, antes de contestarle y herirla.

...

La Sala Común de Gryffindor era muy acogedora, pero a Scorpius le gustaba más cuando -casi- estaba sola.

Tampoco es que fuera muy seguido, se la pasaba la mayoría del tiempo practicando Quidditch o en la Sala Común de Slytherin.

A veces iba ahí con Albus para pasar un rato con los Weasley, y los Potter, eso era lo que ganabas siendo el mejor amigo, del segundo hijo, del matrimonio Potter-Weasley.

Ese día Albus quería hablar con su hermanita y James, con respecto a un chico que acosaba a Lily -léase que, Bryan (el chico y mejor amigo de la pelirroja), se juntaba con su hermanita.

-Tuvieron que esperar a que James llegara de Biblioteca y que Lily regresara de-quién-sabe-dónde.

Habían estado hablando hasta que escucharon una fuerte voz, no muy afinada, por las escaleras.

Scorpius volteó -mientras Albus reía silenciosamente-, para toparse con la Weasley y sus ojos llorosos.

Scorpius carraspeó y la Weasley se dio cuenta que no estaba sola. Y, al ver a Scorpius, se le iluminó la cara y se acercó corriendo.

-Malfoy, ¿podría hablarte un momento, por favor? - Lucía muy nerviosa, Scorpius asintió, esperando a que hablara, pero Rose lo veía, como esperándolo - ¿A solas?

-Oh, sí, claro, perdona -dijo Scorpius. Caminaron juntos hasta el otro lado de la Sala.

La Weasley lucía aún más nerviosa que antes, y no parada de enrollarse el cabello, con los dedos.

-Yo... lo siento mucho -murmuró la Weasley, pero demasiado bajo, tanto, que Scorpius, no la escuchó.

-¿Perdón? -La Weasley lucía desesperada.

-...

-Weasley, ¿podrías subir el tono de tu voz, por-

-¡Lo siento! -Gritó.

James, Albus y Lily la miraron sorprendidos, mientras que ella se ponía roja y Scorpius más pálido.

-Ah, no pasa nada, ya estoy acostumbrado -dijo. Rose lo miró con ternura, pero algo dolida.

-No quiero que te sientas acostumbrado, Malfoy -Scorpius la miró, extrañado -. O, por lo menos, no por mí. Estuve muy mal y te juro que me siento terrible -sus ojos se pusieron brillosos debido a las lágrimas -. No sabía cómo disculparme, en realidad, no creía poder verte a la cara, de nuevo.

-Enserio no tienes que preocuparte tanto, Weasley -dijo Scorpius, él también estaba conmovido -. Con que no lo vuelvas a hacer, es más que suficiente.

La Weasley le sonrió como nunca, y se animó a darle un, rápido, abrazo.

Weasley, como la palma de mi mano (ATP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora