Costumbres Romaní

Tradiciones

-Aquí tenemos reglas Sehun y si no te apegas a ellas Lulú no dormirá contigo

Ahora las circunstancias eran diferentes el enorme rancho de su familia le permitía tener mucho para pensar Sehun no quería un matrimonio, le encantaba el cuerpo de su esposo para que negarlo pero no estaba enamorado nunca era así, con ninguna de sus chicas o chicos, recordaba haber pasado sobre tantos aunque fuera un chico sincero con los demás nunca era amigable era directo, no quería algo y lo externaba sus decisiones eran suyas nada más

-Ya te lo dije, más te vale ayudes por que pronto tendrás que hacerte cargo

-Lo odio

-Que odias

Suho pego con el fuete en el suelo

-Qué esperas de mí

-Espero puedas lidiar con un matrimonio al lado de un verdadero gitano

-Padre no me hagas esto acepte casarme con Luhan por esta estúpida condición

-Solo te lo advierto Sehun es la cantidad de meses

Sehun estaba verdaderamente molesto

-Salgamos de aquí tienes que ir a dos comidas Luhan debe ser presentado en sociedad

-Porque, yo tenía planes...

Suho le miro molesto como queriendo arrancar la cabeza dura de su hijo, porque no se daba cuenta Luhan era un Xiao y pasaba su tiempo rechazándolo, Suho había investigado a su hijo los últimos meses Oh Sehun estaba metido en varios líos de faldas, apuestas de carros y otras cosas nada que ver con un romani tradicional pero de alguna forma tenía toda la culpa por consentirle, la puerta se abrió dando paso a Luhan con una charola con té y bocadillos, Por otro lado Luhan era la divinidad que cualquiera querría era amigable, dulce y honesto siempre decía lo que pensaba con una calma indiscutible en las tardes Luhan les platicaba sobre las historias romaní, le encantaba recitarles preceptos y Lay adoraba a Lulú le traía nueva vida a su enorme hogar.

Sehun casi nunca sacaba a Lulú y él jamás se lo discutía o pedía solo obedecía, para Luhan lo único bello era Sehun su bienestar, que su esposo lo disfrutara plenamente y que su comida fuera de la forma correcta, Sehun ahora solo comía en casa lo que Luhan cocinaba y en cuanto a lo que tomaba en casa solo era vino, oh si litros y litros de vino.

-Estoy cansado, seguirás las leyes gitanas

Sehun levantaba la voz y Suho estaba punto de reventarle una cachetada a su hijo menor a Sehun le tocarían los negocios de joyas, el viñedo pero ahora no podía heredar ni un penique era un mocoso mimado y hostil, mientras que su hijo Luhan era un santo.

-No sé cuáles son esas y te recuerdo no es culpa mía...

Su tono de reproche solo encendió la llama en Suho

-Pues te los aprendes Lulú dile cuales son nuestros preceptos

-Si padre

Reverencio delicadamente y comenzó a enumerar

-1. La fuerza del deseo
La primera ley sostiene que lo más importante para lograr un resultado
favorable es el deseo. Pues cuanto más intenso sea nuestro deseo, más seguro será el efecto del hechizo.