8. El poder de la voluntad

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–¿Por qué tengo que recibir alarmas tan temprano en la mañana por tu culpa, Do Kyungsoo?

Esas fueron las primeras palabras que escuchó en el día. El chico se removió en sus mantas porque no quería discutir con Baekhyun en ese momento. Suficiente tenía con sus propias preocupaciones. 

–¿De qué hablas? Yo no te llamé– se quejó el pelirrojo, sentándose en su cama mientras se restregaba los ojos fastidiado. 

–No comiste anoche y todavía no has desayunado. Tus niveles de azúcar están bajos, al igual que tu presión, otra vez. Esas notificaciones me llegan y no me dejarán en paz hasta que me asegure de que hayas comido algo y continúes vivo. 

–¿Por qué te llegan a ti?– quiere saber Kyungsoo.

–Bien, debí explicarte esto antes. Este lugar funciona, en muchos aspectos, a base de tus deseos, emociones y, más que nada, tu voluntad. Si no quieres a alguien cerca, crearás una barrera o esa persona no podrá entrar a tu habitación incluso si la puerta se abre. Por ejemplo, si el idiota de Kai te dice el primer día que yo estoy a cargo, que soy responsable y que puedo ayudarte, tu mente enseguida me va a asociar como un protector. Por lo tanto, todas las alarmas con respecto a tu vida en riesgo me llegarán a mí, ¿entiendes?

Kyungsoo se quedó pensativo. Su vida debería estar a cargo de Jongin y no de Baekhyun porque era él quien siempre lo había protegido. De esa forma se sentiría más seguro. Pero enseguida recordó algo importante. Esa era la razón por la que Jongin pudo colarse en su habitación con facilidad, él le di permiso. Si las cosas que Baekhyun decían eran verdad, ¿por qué Jongin se había alejado por voluntad propia? Tal vez, realmente no quería saber nada de él. Sus reflexiones fueron interrumpidas. 

Baekhyun obligó a Kyungsoo a ponerse de pie, asearse, cambiarse y comer un buen desayuno, incluso si no tenía ánimos. Una extraña sensación lo invadía cuando algo le molestaba y tuvo que escuchar una cantaleta del otro chico sobre lo fastidiosos que eran Chanyeol, Sehun, Kai y él mismo. Odiaba cuando llamaban a Jongin "Kai", pero al mismo tiempo no quería que otras personas supieran su nombre, sólo él tenía derecho de llamarlo así. 

Kyungsoo no era fan de las escenas de celos y siempre supo manejar todo  de manera tranquila con Jongin y nunca pelearon por esa razón. En ese extraño lugar todo era diferente. No resistía cuando alguien más tocaba al rubio y un terrible instinto asesino se apoderaba de él cuando alguien más parecía cercano a SU novio. La cara del pelirrojo mostró lo fastidiado que estaba, pero Baekhyun continuó con su irritante monólogo de quejas. 

Un estruendo sorprendió al número 4. Se volteó lentamente y pudo ver como la destruida pared que estaba tras él se regeneraba. Sólo había visto eso cuando algo realmente malo pasaba en el laberinto. Baekhyun sabía que para cualquiera era imposible destruir las paredes, las ventanas o cualquier parte de su prisión. Primero, porque eran resistentes y, segundo, porque se arreglaban por si mismas en cuestión de un instante si se lograba dañarlas. Era la segunda vez en la que en chico era testigo de que algo pudiera romper algo del lugar. Y, las dos veces, había sido a causa de Kyungsoo. 

–Interesante– murmuró con la ceja derecha en alto y una sonrisa de satisfacción. –Muy interesante. 

–Baekhyun, no tengo paciencia para tus juegos– amenazó Kyungsoo con mirada asesina y el otro rió. 

–¿Cómo es que todavía no puedes averiguar cuál es tu poder?

Kyungsoo se quedó callado. ¿Cuál era su poder? Sinceramente, no le interesaba, pues su único deseo era salir para regresar a casa con Jongin. Pero, recordó que Baek le explicó que si no avanzaban, nada interesante pasaría y nada cambiaría. 

Monster: You're my lucky one (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora