Juego 2.

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Él y su estúpida bocota, pero al menos podría decir que no fue despedido por usar su ética.

Pero tampoco es recomendable usarla encontra de los jefes. Sabía que su jefe, osea aka el dueño mero mero, siempre ha sido un hombre respetado por muchas personas, él hombre sabe actuar de la mejor manera y honrada, nunca le han gustado las injusticias y mucho menos malos tratos, es el señor modelo para cualquier persona. Pero como toda vida perfecta debe salir algo mal, ¿no?.

En este caso un hijo.

Ese hijo era un vil demonio en persona, ¡no! decir que era un simple demonio era un pequeño título, lo correcto sería decir la reencarnación del arcángel, sí, el mismo ángel caído en el infierno hace millones y millones de años.

¡basta!

No quería seguir con sus pensamientos religiosos. Debía ir abrirle a su majestad, la maldita puerta del parque a las 5 putas horas de la mañana.

Perdón, no le gusta mucho decir groserías pero ese Kyungsoo lo sacaba de quicio.

Pero antes de que llegará a un automóvil negro platinado, frente de las puertas del parque, una persona con traje le brindo un celular porque alguien lo buscaba por el otro lado de la bocina.

—¿Hola Nini que tal tu mañana?

— ¿kyungsoo-ha?

— ¿Dónde están tus modales jovencito?

— ¿De qué hablas Do?

—Porque me hablas de manera tan confiada, donde está tu respeto hacia mi ¿eh? Soy tu jefe...

—Deje de respetarte después de que me hiciste firmar mi sentencia de muerte.

—Debes estar agradecido que salve tu trasero.

—Mi tracero me lo salvó Luhan hyung.

Bufó ofendido.

—¡¿Luhan hyung?! ¡Por favor!, por mi estarías en la calle ahora mismo...

— ¡Exactamente! Y ¿por qué sigo aquí?

—¡Para abrirme la maldita puerta!

— ¿y dónde estás?

—En mi casa... —Rió por lo bajo.

Kai abrió lentamente los ojos mientras esperaba que solo fuera una maldita broma.

—¿Dime que no es verdad?

—Hay Nini yo no puedo mentir, a mi sí me enseñaron modales. Esperame hasta que yo llegue, a las 8 de la mañana, por lo mientras debes organizar los documentos en mi oficina y después debes acomodar todo por secciones. ¿Si me éstas escuchando? ¿Nini? ¡Oye! ¡Nini!

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