Exploradores

4 1 1
                                    


Al abrir los ojos vi que estaba en una habitación y miraba hacia el techo. Cerré los ojos: Suspiré al ver que todo esto fue solo un sueño, deseé estar viviendo mi vieja vida aburrida y con menos acción pero el explorador que estaba en la cuarto no me dejaba en paz.

-Rocket, ¿en qué piensas?

-Cualquiera menos tú, me encariñé mucho contigo.-Sentí su peso en la cama.

-Lo sé. Una vez que investigué lo nuevo y desconocido en ti, me dije lo mismo.-Abrí los ojos y lo miré.

-¿En serio?-Asintió y se levantó.

-Salgamos de aquí.

La noche lentamente hacía su presencia y nosotros caminábamos bajo las luces de la ciudad. Después de 10 minutos de silencio, disfrutando de la brisa y nuestra compañía, nos sentamos en el banco de un parque.

-¿Sabes para qué era el Helio-3? –Metió sus manos en los bolsillos de su abrigo y miró al cielo.- Satisfaría las necesidades energéticas de una población como los Estados Unidos o la Unión Europea.

-Y eso era bueno, ¿no?

-Por algo nos mandaron a extraerlo antes: Para evitar que Ellos destruyeran lo poco bueno que nos queda, su última esperanza de romper el mundo.

-Oh. –Miré el cielo y había luna llena, pocas estrellas nos saludaban y sentí la mirada de Drew en mí.- ¿Por qué yo?

-Tus ideales, tu motivación, tu seguridad y tu ambición me hicieron ver la persona que fui antes.-Él sonaba muy tranquilo para estar hablando de su pasado.

-¿Y por eso me reclutaron?

-Yo era el que te seguía y yo fui el de la idea de meterte en el equipo, quizás por eso me involucré contigo.

-Oh.-Lo miré y sonrió.

-Míralo de esta forma: Cuando el planeta está invadido por gobiernos dictadores y de supremacía, no hay nada para nosotros pero no hay que rendirse porque podremos caminar por los campos y sentir cómo la naturaleza brillará aunque esas tierras tendrán un dueño, dejándonos con nada para ti o para mí. Así que dime, ¿quién ganará? –Suspiró y entonces noté que él había agarrado mis manos.- Libérame de este mundo Rocket, ambos sabemos que no pertenezco a esta era y fue un error encarcelar mi alma... en ti. –Pensé que me besaría pero solo sentí sus labios en mi frente.- Mejor regresemos, ya debemos tener un avance de Fuss.-Asentí brevemente y nos levantamos.

Este exuberante mundo florecía con ríos corriendo salvajemente para ser redirigidos hacia al sur con nada para nosotros; eso era lo que trataba de decirme Nightshade o lo que yo sentía por él. Durante la caminata se podían escuchar los motores rugir y unos relámpagos, quienes indicaban que la lluvia comenzaría en cualquier momento y que quizás salvarían los cultivos de la sequía. El oro negro se encontraba en la incertidumbre y una vez más nos quedaríamos sin nada, corriendo alrededor en círculos para hacernos sentir enjaulados por reglas sin fin.

-¿Harías lo mismo?-Le pregunté cuando volvimos a su habitación.

-¿Liberarte? –Asentí y él sonrió de nuevo.- Ve a dormir Rocket, yo chequearé el informe y te aviso en la mañana. Tus ojos están cansados y no lo puedes negar.

-Despierta, despierta.-Abrí los ojos y estaba frente a un Christian en sillas de rueda. Demonios.

-¿Dónde estoy?-¿Por qué tenía tanto frío? Estaba esposada a una camilla y la luz comenzaba a ser una molestia.

-Revelaste tu cubierta en la Estación del Pánico cuando me disparaste. Conozco tu forma de disparar, Rocket. ¿Creías que no me daría cuenta? De no ser que me diste, no estuvieras aquí. –Sonrió.- Nos traicionaste, querida.

-¡Era parte de la misión!

-¡Oh! ¡Llevarse a los niños que tanto nos costó conseguir también era parte de la misión! ¿Para qué lado trabajas realmente, Rocket? –Chasqueó los dedos y dos hombres aparecieron.- Duérmanla.

-¿Q-Qué van hacerme?-Las cadenas me restringían el movimiento y los hombres me colocaron una mascarilla.

-Te colocaremos bajo un gas frío y como nos traicionaste, activaremos el plan que teníamos cuando todo esto comenzó.

-¡No!-Sonrió ampliamente.

-¡Oh sí! ¡Congelaremos el país! ¡Actívenlo, chicos!-Christian se marchaba con una risa y yo perdía la consciencia.

ict}0ye

La Segunda LeyWhere stories live. Discover now