Volver a creer (Rubius y tú) | PAUSADA

Año nuevo, vida nueva

La fiesta de año nuevo sería hoy en la noche, en uno de los tantos bares a los que habíamos ido, sólo que en esta ocasión, habría motivos para que todos los que estuviéramos en ese bar celebráramos algo realmente de "felicidad". Muchos de los que iban a esos bares era siempre la rutina: tomar, llorar por un desamor, otros hacer el ridículo -de lo cual siempre que veíamos Ruben y yo nos daba gracia-, otros simplemente por convivir -conbeber le llamaba yo-.

Hoy había escogido un outfit muy casual, pero al ser una "noche especial" quería darle un toque propio para verme algo elegante, así que tome un abrigo blanco no tan caliente de los que había comprado y me lo puse, ya que hacia un poco de frío pero al estar en el bar el baile y los tragos hacen subir la temperatura. Rubén pasaría por mi a las 11pm, el horario era algo tarde pero esta noche sería para desvelarse.

Según me había dicho, irían Mangel, Alex y Eva, Lucas, Maximus, Cheeto y Staxx y su chica.. bueno Frank. A él lo había frecuentado algunas veces pero a su novia no, así que sería la primera vez que nos viéramos. Celia también estaría presente con su chico, yo invite a Karen y a Fernanda, suponía que a esta ultima le daría un ataque de fangirlismo cuando viera a todos los demás. A veces creía que esta chica me hablaba solo por conveniencia, pero bueh, mientras no le confiara mis más íntimos secretos como a Karen o a Mangel o a Rubén supongo que no había problema.

Había llamado a mis padres ya que en la noche suponía que estaría ocupada, les desee un feliz año y que todo lo mejor que viniera para nosotros pasara este año, ambos se oían muy contentos, me mandaron una fotillo que recién se habían sacado, ellos irían con mis abuelos esa noche, así que tampoco podríamos hablar más tarde. Les platique de mis planes y confiaron en mi y en Rubén, cosa que me puso más feliz aún. El viento soplaba a nuestro favor, era lo único que podía pensar sobre Rubén y yo.

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Sonó el timbre, bien suponía quien podría ser.

_______: Rubén -le sonreí, había pensado bien en hacer mi outfit elegante, ya que el llevaba un saco sobre una camiseta normal, dandole el mismo toque que yo- te ves muy...

Rubén: ¿Muy elegantemente casual? -me beso- Tu igual wuapah -cerré mi apartamento, me tomo de la mano y bajamos el ascensor- ¿Que tal llevas el empacar?

______: Bueno, no tiene mucho que empaque hacia España así que... Sólo es algo cansado, así he estado desde que llegamos de Noruega -caminamos en dirección al centro- ¿Tu que tal?

Rubén: Pues bueno... He llevado ya algunas cosas y he visto algunos muebles, debes acompañarme también a verlos, no quiero escogerlo todo yo eh?

______: Esta bien esta bien, vamos eh.. No se el 4? -Calcular la fecha era rápido, gracias fin de año-

Rubén: ¿Que dices si mejor el 2? -me sorprendía- Es mucho tiempo de aquí al 4 ¿No crees?

______: Tranquilo que no llevamos ninguna prisa -dije sonriendole- Pero esta bien, el 2 será entonces -iba a cruzar la calle y me detuvo, guiándome por otro camino- ¿Que no vamos al bar?

Rubén: Deja de hacer preguntas coño -rió- Es algo... Una sorpresa -Caminamos hacia el real centro madrileño-

______: Creo que es momento de correr por mi vida -dije riendo, sabía que no era capaz de hacer nada malo, confiaba en él- Sólo adelantame.. ¿A donde me llevas? -le hice ojitos-

Rubén: No te diré, no hagas esfuerzos -el seguía caminando sin mirarme, solo me llevaba de la mano cual niña pequeña- Te diré cuando lleguemos, ya no falta mucho -le dirigí una mirada de ligero enojo- Y no me mires así, te gustara, lo sé

No le dirigí la palabra, cual niña pequeña haciendo berrinche en lo que restaba del camino, por lo que vi era el camino al Centro de Madrid, donde estaba la plaza, y a su alrededor muchas tiendas, y arriba de estas algunos miradores y restaurantes, eran las 11:20pm y había gente trayendo su vino, comida, algunas otras botellas de alcohol, y otros que ya estaban pasados de copas sin ser las 12am. Entramos a un edificio que estaba casi enfrente de la plaza central, donde bajaba gente y otras como nosotros subía al edificio. Mi sorpresa: una cena en un mirador al centro de Madrid.