¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desde aquel día en el que Barbara se desmayó nuestra vida cambio por completo, primeramente por que estaba alarmado de no volver a verla jamás y terminé por comprender que no quería una vida en la que ella no estuviera. Los días pasaban y más temía no volver a mirar sus preciosos ojos, pero igualmente con los días, llegó la noticia que menos me esperaba...los doctores me informaron que estaba embarazada.
Sentí algo muy extraño pero eso no cambio mis sentimientos por ella en lo absoluto, ahora tenía que ser tratada de otra manera para que no le hicieran daño al bebé. Yo estaría con ella, claro, si ella así lo quería.
Sus padres estaban igual de sorprendidos que yo, pero les hice creer que yo era el padre, claro que su papá no lo tomó muy bien, pero me comprometí a que nada les haría falta.
Y por fin llegó el día, nuestra pequeña abrió los ojos, y aunque primero tuvo que pasar por un montón de pruebas, finalmente nos dejaron pasar a verla.
Pero con toda alegría viene un poco de tristeza, y antes de que sus padres entrarán, nos informaron que ella no recordaba muy bien, en otras palabras, que al parecer había perdido la memoria.
Ellos lo único que querían era ver a su hija y los dejaron pasar y después fue mi turno. Conforme caminaba más sentía como todas las emociones me embargaban al mismo tiempo, hasta que por fin entre y para mi sorpresa, ella si me recordaba e incluso recordaba que recién habíamos iniciado una relación y yo también le hice creer que yo era el padre.
Después de algunos días la dieron de alta y me alegre cuando también me di cuenta que no había olvidado del todo lo que habíamos estudiado, claro que tomó algo de tiempo para que recordará todo pero lo hizo.
Después fuimos al primer ultrasonido, su vientre apenas comenzaba a abultarse y ella se puso nerviosa, pero logró tranquilizarse un poco conforme pasaba el tiempo y por fin llegó el momento en el que nos informarían cómo estaba el o la bebé, la doctora se quedó en silencio unos momentos y después de algunos minutos nos anunció que no era uno, sino dos bebés.
Barbara me miró sorprendida y yo le sonreí emocionado, ahora seríamos una familia completa.
Con ayuda de todos, logramos que ella no reprobara nada. Cada mes íbamos a las consultas y todo transcurría conforme a lo planeado.
Nos mudamos a un departamento que quedaba cerca de la universidad, así no tendríamos dificultades para llegar.
Conseguí trabajo en un buen despacho de arquitectos y me pegaban bien, y aunque me opuse al principio, Barb estaba como freelance, así que hizo algunos proyectos en el verano.
Hasta que por fin nacieron nuestros bebés, una mañana de miércoles Barbara comenzó con los malestares así que fuimos corriendo al hospital y nos informaron que nuestros pequeños llegarían al mundo ese día.
Acompañé a Barb en todo momento y después de 6 horas, escuché el llanto de ambos, fue una sensación que aún no puedo explicar.
Y después de tanto pensarlo, decidimos nombrarlos Dan y Paige.
Ahora, los pequeños tienen 4 meses y ambos están creciendo demasiado rápido.
La única que sabe la verdad es Diana y ella me ha preguntado cómo me siento, y podría decir muchas cosas, pero para resumir todo en una sola palabra, me siento afortunado de poder despertar a lado de mi chica, de poder ser parte de la vida de los pequeños y aunque ni siquiera yo planee que ellos llegaran a mi vida siento que no podría ser más afortunado, por que soy el padre de dos hermosos bebés.
Ahora mi vida estaba completa, tenía a la chica, era papá, estaba por terminar la universidad y tenía un buen empleo, nada faltaba y yo sólo pedía que esto durará para siempre.
