Hey chico...

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Por lo general las mejillas de Luhan suelen colorearse de ese tono rojo coqueto, por lo general es el, él que lleva día y noche los días, contando uno y dos un bebe, eso sería criminal en su actual posición, aunque sí que le hace ilusión, mucho tiempo ha pasado desde su boda, si pudiera imaginar a Sehun hace un tiempo seguro lloraría, el Sehun de antes era diferente a Hunnie, su amado esposo, que estudia de día, atiende las finanzas de la tienda en la tarde y le hace el amor con tanta intensidad por la noche, Sehun es sexy, más que un tren como dicen las chicas que tanto se pasan la vida por aquí, chupárse los dedos, un majar, un exquisito, hay un millón de apelativos que las universitarias usan para describirlo.

La escuela resulto ser uno y millones de problemas para Luhan, ahora que por fin completo la escuela en exámenes finales, Sehun le ha prometido llevarle de cena, a pasear y también a comprarle joyas.

El pequeño Lu no sueña con cosas caras, su padre es quien le quitaba privilegios, seguido, pero si le hace ilusión el saber que Sehun ama comprarle pulseras, algunos aretes y collares, todos usados para su deleite personal claro, porque no hay día que Luhan no pida tregua al escaldado amor que Sehun le obsequia.

Ahora quizá debe concentrarse en lo importante, porque el mismo se ha ofrecido para servir como vil sirvienta todo, sin ayuda alguna, ni siquiera cuando Chanyeol se pasa tanto por aquí Sehun se porta así es el hermano de Sehun lo que le pone nervioso, la estatura, la edad, la forma en que dice las cosas es un poco intimidante, a Luhan le han criado de forma dócil y amable, esa cruz no puede dejarla ir solo así, pero ahora piensa en sus posibilidades, en una carrera, en hacer crecer su negocio y viajar a donde Sehun quiera, juntos como ya le ha dicho muchas veces en la cama, tan juntos que tengan que arrastrar oxigeno.

Bueno era un portento de hombre, alto moreno y lleno de ese espíritu romaní, dos pares exquisitos de abdominales, un pene seguramente por encima del promedio y más valentía que cualquiera que hubiera conocido ese era Jongin, Sehun lo sabia admitía y se regodeaba de su mala fortuna, Suho había mandado a Jongin, no pudo solo mandar a Omma Lay el sí que solo lo haría sonreír y regresaría para decirle a Suho son chicos y están bien, muy felices, pero no claro que no, Jongin estaba aquí, el y solo el tenia esa insultante capacidad de decir las cosas sin trampa

-Vamos Sehun he venido de lejos

-Es ridículo Luhan y yo tenemos planes

El alto fruncía el ceño, algo de gato encerrado por que Sehun era así, que pasaba, por que no querían, muy rápido sus dudas se disipaban, y un impetuoso Luhan servia bocadillos, y abria su boca tonta, porque eso era Luhan un niño tonto, esclavo de su matrimonio con Sehun, Según la tradición Sehun era un poco libre con Luhan la sonrisa de su esposo lo delataba.

-Hunnie por que no dejas que tu hermano vaya...

-Ve a la cocina Luhan

-Si amo

Luhan sabía que Sehun no era grosero, era que quería dejarle claro a su familia sobre las intenciones de Kai, el estaba para espiarles por lo cual ellos debían actuar, Luhan la ama de casa sumisa y fiel y Sehun el macho super domador, seguro si armaban el teatro se lo tragaría y dejarían de molestar con cartas de la clínica de fertilidad; eso llegaba a apanicarles en verdad, estaban a mitad de un matrimonio que se iniciaba como un capullo de flor, aun estaba abriéndose y ellos eran jóvenes muy jóvenes para eso de los bebes, y si perdía a Luhan y si Sehun era obligado a regresar.

-Recibió un correctivo Sehun eres el que domina

-Escúchame Jongin nadie interfiere en mi vida matrimonial

Costumbres RomaníDonde viven las historias. Descúbrelo ahora