Capitulo tres - Cortes

172 3 1
                                    

- Anteriormente -

cerró su puerta con fuerza poniéndole el pestillo, mientras está se deslizaba hasta el suelo para después abrazar sus piernas y dejar salir pequeños sollozos mientras lágrimas corren en sus mejillas -Porque... Porque tenías que ser tu?- se repetía una y otra vez hasta caer en un sueño profundo.

- Continuamos -

Al día siguiente se despertó y se levanto de la incomoda posición y se dirigió a su baño en su habitación donde empezó a quitarse su prenda dejando ver su cuerpo con cicatrices, al quedar solo en ropa interior se paró frente a su espejo de pie e inspección su cuerpo de arriba a abajo, cicatrices en sus piernas subiendo hasta su vientre igual de marcado en sus brazos, ante brazo y muñeca.

Al entrar en la ducha giró la manija del agua caliente y dejo que está la mojara, después de bañarse salió a su cuarto y se empezó a vestir, una camisa holgada terminando en sus muñecas de color gris, unos jeans azul real desgastados junto a unas converse negras. Tomo su bolso y salió de su cuarto bajando las escaleras -Ya me voy!- dijo para irse al garaje y tomar su bicicleta e ir directo al colegio.

El camino fue tranquilo casi sin tránsito, al llegar la aparcó y puso el seguro. Se dirigió a su casillero seguida de los mismos insultos, los mismos susurros y una nota en su casillero "Ojalá y te atropellen como a Lucía" eso basto para que arrancara la nota y la hiciera una bola y botara dentro su casillero, aguanto la rabia, tristeza e impotencia se dirigió al baño donde pasó las primeras horas dentro sin que nadie la consolara.

Lucía, una chica alegre y humilde, esa era su amiga, la cual actualmente se encontraba en coma, los doctores mencionaron que hay más posibilidad de que muera a que despierte, Lizzy no deja de culparse por ello...

*Flash-back*

Después de clases Lizzy y Lucía, mejor conocida como Nana(por sus más cercanos amigos) se alistaban para irse al hogar de ella, ambas irían en la bicicleta de Lizzy, esta conduciría y Nana se mantendría atrás. Nana no se sentía muy cómoda yendo detrás de su amiga.

-Vamos Nana, tu madre se pondrá histérica si no llegamos antes de las tres y media- dijo la azulada a su amiga con cierto temor... La madre de Lucía era una mujer de 30 y tantos de buen corazón y amor hacia todo... Pero la puntualidad era algo que no debían corromper jamas.

-Umm... Claro vamos!- dijo con una sonrisa no muy convincente y miedo en su vos. Nana se montó en la parte trasera de la bicicleta y se apoyó en lo hombros de su amiga con fuerza mientras está empezaba a pedalear con velocidad.

Mientras estás iban por las calles de Madrid no notaron al camión de carga que iba a chocar contra ambas. Nana se dio cuenta de esto primero y se puso más nerviosa -L-Lizzy... Frena...- Lizzy no la escucho, Nana la empujo fuera de la bicicleta y está perdió el equilibrio.

Lizzy la miro aterrada al ver pasar el camión frente a ella y chocar contra el cuerpo de su amiga -NO!- dijo con gruesas lágrimas cayendo por sus mejillas.

Después de que el camión se estrellase contra un poste esta se acercó corriendo al cuerpo inerte de Lucía mientras alguien de los que las empezaban a rodear llamaba a una ambulancia.

Lizzy no paraba de llorar mientras eran llevadas a ambas al hospital y revisaban a Nana encontrando cada vez más quebraduras y cortes.

*Fin flash-back*

Lizzy se secó las lágrimas y salió del cubículo y se miro en el espejo, Mirate... Eres un asco y sigues aquí... intentando superarlo todo, intentando ocultar esos sentimientos prohibidos... ya debiste haberte rendido, Elizabeth, dijo su mente de forma burlona ella solo hizo una mueca y lavo su cara, para después arreglar su imagen un poco -Solo un poco más.... Sólo siete horas más...- dicho esto salió del baño y merodeo por los pasillos del colegio.

Al final del horario escolar salió hacia donde se encontraba su bicicleta, le quito el seguro, se montó en ella y se dirigió a su hogar. Al llegar entró y encontró todo un poco fuera de lugar, los cojines de los sillones se encontraban algunos en el suelo, cuadros fuera de lugar.

Empezó a subir las escaleras y empezó a escuchar jadeos y gemidos, esta sin querer creerlo se empezó a acercar a la puerta de Kevin; al llegar ahí se asomó ya que la puerta estaba entreabierta. Cubrió su boca ahogando un grito al ver a su hermano encima de la chica de ayer, ambos sudados y sin alguna prenda que los cubra, estos se encontraban en pleno acto, los gemidos de la chica no paraban y se escuchaban uno que otro gruñido de Kevin, lágrimas empezaron a caer por sus ojos mientras ella dolida se apoyaba en la pared y se sentaba en el suelo dejando escapar jadeos y sollozos de dolor y decepción. No se escuchó nada, cuando ella levanto la mirada se encontró la mirada desconcertada de su hermano -Lizzy... No te escuche llegar...- esta se levantó, Kevin la miro y se preocupó -Que ocurre?... Porque lloras?- dijo intentando limpiarle las lágrimas

-No me toques!- dijo con asco y repugnancia, ella se alejó de los brazos que le dieron calor hace tantos años, Kevin la miro herido ante tal rechazo y sólo bajo las manos.

-Perdona... Que nos tuvieras que ver así...- dicho esto entró a la habitación y cerró, mientras estás quedaba perpleja, No, quedate.... Kevin, por favor!, lágrimas siguieron cayendo mientras se dirigía a su habitación a continuar con su castigo diario.

Varias gotas caían desde su muñeca mientras está sostenía una navaja en la otra -Ke...vin...- dijo casi perdiendo el aliento, alzó la mirada a la luna llena donde dejo escaparse unas cuantas lágrimas junto a una sonrisa, suspiro y se levantó dirigiéndose al baño a lavar las heridas y vendarlas para seguido irse a la cama para desplomarse en esta

-Porque.... Porque no logro nada?... Sólo quito el espacio de alguien mejor que yo...- y con eso cerró sus ojos esperando dormir y sentirse muerta, aunque sea por un momento.

Al abrir los ojos se levantó de la cama y miro a su alrededor decepcionándose al ver que seguía estancada allí, se dirigió al baño y asearse, al salir de este se empezó a vestir. Unos jeans azul oscuro de rodillas abiertas, una camisa de manga larga y holgada en la parte del torso y vientre junto a unas vans negras, se colocó un poco de joyería, un collar con un atrapa sueños y una pulsera, se trenzo el cabello y tomó su bolso para bajar a la primera planta.

-Buenos días!... Lizzy, ya te vas?- dijo Kevin desde la cocina al verla bajar y dirigirse a la puerta principal, esta solo asintió, el se le acercó y la tomo de los hombros para seguido abrazarla -Suerte... Y perdón por lo de ayer, no quiero que vuelvas llorar por algo así, de acuerdo?- ella asintió y este le sonrió mandándole choque eléctricos al cuerpo de ella -Hoy te ves hermosa... Como siempre- dijo para besarle la frente y abrirle la puerta mientras está se iba alejando.

Al llegar al colegio lo encontró un poco mas calmado que siempre, susurraban cosas... Pero no de ella, De que me perdí?, se preguntó llegando a su casillero y de forma sorpresiva no habían notas, abrió el casillero y sacó su materia de la primera hora, química, la única la cual le llamaba la atención, suspiro y se dirigió a su clase no sin antes cerrar el casillero.

Durante la clase no dejaban de hablar y esto le ocasionó dolor de cabeza a Lizzy, hizo una mueca y rebuscó en su bolso sus pastillas para controlar la migraña que de vez en cuando le llegaba, las saco junto a su botella de agua y las tomo.

En el almuerzo se fue hacia unos árboles donde se sentó allí para empezar a leer pacíficamente, escucho unas pisadas pero no les tomó importancia -Crei que estarías en la cafetería, Lizzy...- ella levanto la mirada de su libro encontrando...

Forbiden Love [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora